Stoichkov ahonda en la herida del Levante y sentencia a Calleja

Noche mágica del Eibar en Ipurua, que volvía a la senda de la victoria tras tres partidos sin hacerlo. El Levante, por su parte, sigue sin levantar cabeza y suma ya su sexto partido sin conocer la victoria. El conjunto guipuzcoano, con Stoichkov a la cabeza, pudo imponerse al tanto inicial granota debido a un error garrafal de Arbilla. Bautista en el minuto 73 y Corpas, antes del descanso desde el punto de penalti, completaron la remontada. Paco López está más fuera que dentro.

El partido comenzó con un Eibar hambriento, deseoso de dar una alegría a su afición, que alentaba a los suyos en busca de la victoria. Con el paso de los minutos, las posesiones largas del Levante y los constantes parones de juego, frenaron el buen inicio armero. Hasta que Arbilla adelantó la época navideña, para regalar a Dani Gómez el primero de la noche. En un intento del central por ceder el balón a Luca, su cabezazo se quedó a medio camino y el delantero mediante una vaselina no lo desaprovechó.

A raíz del gol encajado, los de Joseba Etxeberria dieron un paso adelante en busca de la igualada. Un activo Mario Soriano guio a los suyos a través de balones filtrados por dentro, aunque el Levante estaba bien plantado sobre el campo. Cuando parecía que los granotas se irían con la ventaja al túnel de vestuarios, un centro llovido de Arbilla tocó en la mano de Alex Valle. El colegiado decretó en el tiempo adicional la pena máxima, que Corpas con un disparo potente a la izquierda de Andrés se encargaría de materializar.

Con el paso por los vestuarios, la dinámica positiva en la que estaban sumergidos los eibarreses no desistió. Cristian se internó en el área, tras un mal control de Capa, que con un centro medido encontró la cabeza de Stoichkov, para ponerse por delante. El gaditano aún tuvo tiempo para participar en el tercero, antes de marcharse ovacionado por Ipurua. Aprovechó un error de la zaga levantinista, para que de espuela asistiera a Bautista y el delantero, con sangre fría, pusiera tierra de por medio.

La tercera diana de los locales, a 20 minutos del final, mermó a un Levante que veía como el tanto inicial quedaba en agua de borrajas. Calleja, de manera impotente, se desesperaba en la banda, ante la insuficiente reacción de los suyos. Luca con solvencia detenía los escasos acercamientos visitantes mientras el ambiente festivo de Ipurua iba en aumento. Victoria eibarresa que sirve a los locales para recuperar sensaciones y dejar tocado a al técnico granota.

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