Sigue el calvario albinegro

Lo del FC Cartagena no es un bache, es un socavón. El equipo se ha caído en el último tramo de temporada y ha pasado de estar en el playoff a poder caer a mitad de tabla e incluso tener que mirar para abajo si no hay un giro radical en los próximos compromisos. Son ya seis jornadas sin ganar, cuatro derrotas y tres de ellas en casa, y las mismas sin perforar la portería del adversario. Y no es que Sadiku u Ortuño, sus atacantes, fallen ocasiones, es que el cuadro de Luis Carrión no genera peligro. Frente al CD Tenerife, ni un tiro entre los tres palos en todo el partido. Lo más peligroso, una acción aislada de Jansson. La situación preocupa más si mira a los próximos rivales, pues tras visitar a la UD Ibiza, colista, habrá duelos con UD Levante, SD Eibar, Real Oviedo y Deportivo Alavés.

Del choque ante el CD Tenerife no debe preocupar solo la falta de ideas para crear juego y generar ocasiones, también la escasa intensidad que mostró el equipo desde el pitido inicial. Todo lo contrario que su rival, que en la primera acción se adelantó. Iván Romero se marchó de Calero con facilidad, filtró entre los dos centrales (Alcalá y Olivas) a Shashoua y su disparo lo repelió Escandell. El balón cayó a Garcés, que mandó el esférico a la red.

No se puede saber si fue el gol desmoronó al FC Cartagena, porque llegó muy pronto. Los jugadores rivales ganaban los duelos, mostraban más mordiente y movían el balón con facilidad. Pero sin dar señales de vida, los locales pudieron empatar. Pase perfecto de Rico a Jansson, el sueco recorta a Soriano, pero su disparo no encontró puerta. Estaba muy escorado el extremo. Fue la única ocasión para los albinegros hasta el final.

La mejor noticia para los locales antes del descanso es que no se fueron con un marcador en contra más abultado. El palo y Escandell lo evitaron en los intentos de Waldo. Un potente disparo del extremo acabó en la madera antes del 20′ y poco después el meta despejaría con el pie su chut a pase de Garcés.

El fondo de armario

Ureña, recién firmado, fue la novedad en el segundo tiempo. Entró por Alcalá, retrasando a Jairo al lateral y metiendo a Datkovic en el centro de la zaga. La salida del segundo tiempo fue distinta, parecían otros jugadores y otro partido. Pero fue un simple espejismo. Ni cinco minutos duró. Tampoco cambiaron la cara las entradas de Ortuño, Valle, Franchu y Djaka. Más balón en este segundo periodo, pero sin una ocasión, sin poner en aprietos a Juan Soriano.

Ramis movió también banquillo y se vio el potencial de su plantilla con las entradas de Mellot, Elady, Dauda y Gallego. Antes de marcharse, Garcés tuvo dos oportunidades para aumentar la renta, pero Olivas, metiendo el pie, y Escandell, atajando con seguridad, ganaron la partida. Dauda, ex albinegro, fue el protagonista de la recta final. Rondó el gol con un disparo en el que no conectó bien con el balón al golpear mientras se caía. Después, Gallego no llegó a un centro suyo desde la izquierda. En el 89′, en dos acciones evitables, vio dos amarillas y dejó a sus compañeros en inferioridad. Pero ni así el FC Cartagena generó peligro.