Valladolid prepara su traca para La Roja

Mientras aún resuenan las pisadas de Sylla o las carreras de Raba en el Valladolid-Leganés del pasado viernes, el césped del José Zorrilla se viste de gala para el España-Georgia con el que finaliza la fase de clasificación para la Eurocopa (sigue el partido en directo en AS.com). Nos vale el césped, reparado en las últimas horas para que sea una auténtica alfombra, y nos vale incluso el resultado de ese partido, el 1-1, por lo que ni siquiera habría que tocar el videomarcador del estadio. Ese punto aseguraría (salvo carambola propia de Ronnie O’Sullivan) la condición de líder y cabeza de serie en el sorteo para la Euro que tendrá lugar en Hamburgo el próximo 2 de diciembre.

Valladolid tiene ganas de Selección y es lógico. Las entradas, cómo no, se agotaron a las pocas horas de ponerse a la venta. Será la cuarta ocasión en que La Roja juegue allí, en un estadio que nació con Naranjito y vivió su primera fiesta grande, por bautizarla de buena fe, con aquel Francia-Kuwait en el que el jeque de la selección árabe, también presidente de su federación de fútbol, llegó a bajar al césped en pleno partido para quejarse al árbitro y pedir a sus jugadores que se retiraran a vestuarios como señal de protesta por el cuarto gol galo. Años más tarde, España disputó allí tres partidos, el último de ellos hace ya 17 años. Fue un amistoso ante Costa de Marfil saldado con un 3-2 en el que los goles españoles llevaron la rúbrica de Villa, Reyes y Juanito.

Lo que hoy tenemos sobre el tapete no es un amistoso aunque haya gente con la tentación de dejarse llevar con el billete para la Eurocopa ya en el bolsillo. Pero conviene acabar bien lo que bien empezó, ya saben, aquel 3-0 a Noruega en marzo. Desde entonces, un castañazo, el sufrido en Glasgow ante McTominay y compañía, y cinco victorias en la fase de clasificación hasta llegar al liderato del Grupo A. Las matemáticas dicen que la victoria asegura ser cabeza de serie en el sorteo y que el empate también lo haría salvo alineación de mil y un planetas en contra; para resumirlo, Escocia debería golear a Noruega de tal manera, algo así como un 9-0, que difícil se le haría a Odegaard y sus compañeros volver a Oslo por una temporada.

De la Fuente no quiere tentar la suerte, así que alineará el equipo más parecido a su bloque estrella. Unai Simón regresará bajo palos, también lo harán Rodrigo y Morata en lo que se erige en la columna vertebral con la que cuenta el técnico riojano rumbo a la Eurocopa. Un trío que, además, vive un momento dulce como bien queda reflejado en las palabras del delantero rojiblanco. “¿Qué ha cambiado? Antes me preocupaba de cosas que escapaban a mi control”, decía ayer, reconociendo algo que es una verdad como un templo: al fútbol se juega tanto con los pies como con la cabeza. Y no me refiero a rematar a lo Santillana...

Kvaratskhelia, peligro de Georgia

Georgia llega a Valladolid con la herida de Tiflis sin cicatrizar, aquel 1-7 dolió sobremanera y Willy Sagnol, su seleccionador, confía en que el equipo dé su verdadera cara en el José Zorrilla. Para ello cuenta con Kvaratskhelia como punta de lanza. El extremo del Nápoles firmó el jueves un doblete ante Escocia que le garantiza la titularidad. También disfruta de pase VIP en esa selección el valencianista Mamardashvili por más que en los últimos tiempos recoja más balones de los habituales de las redes de su portería. Hasta siete en la ida, con hat-trick de Morata incluido, y cinco hace apenas una semana en el Bernabéu. Para su consuelo, Vinicius y Rodrygo no juegan esta noche con La Roja.

Casi dercartada la tercera plaza que da acceso a la repesca, a los georgianos les queda aún una bala en la recámara, la de llegar a la Eurocopa vía Nations League. “Tenemos que rehabilitarnos. Debemos competir bien frente a un grande como España”, advierte Sagnol. Un grande que no quiere a otros grandes en su mismo grupo de la Eurocopa. El ser cabeza de serie evita esos picores.

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