SELECCIÓN

Sobró discutir y faltó ímpetu y gol

España sucumbió en Escocia y dejó patente que la Selección de Luis de la Fuente está aún incompleta. La Selección dejó más sombras que luces en Hampden Park.

La derrota de España en Escocia reabre el debate sobre el estado de la Selección y genera las primeras dudas sobre el plan de Luis de la Fuente. El tropiezo en el segundo encuentro de la nueva etapa del equipo nacional deja más sombras que luces.

Poca energía: Salvo Joselu, que se partió la cara, y David García, que cumplió con dignidad, el resto de los jugadores de España no pusieron la intensidad debida frente a un rival, Escocia, que jugó como si le fuera la vida en el partido. No tenemos futbolistas de primerísimo nivel ni una estrella que desequilibre los partidos. España ya no tiene a Casillas, Puyol, Iniesta o Villa. Hay que correr más y suplir ese exceso de talento con más ímpetu.

Muchos cambios: Los ocho cambios que hizo De la Fuente con respecto al equipo que jugó en Málaga no le fueron bien al bloque. Era una Selección inédita, que jamás jugó junta. Había siete jugadores de la Liga y tres de la Premier, entre ellos Pedro Porro que, al final, lo único que consiguió fue cabrear a toda Escocia, a los que estaban en el verde, a los 45.000 de la grada y a los que lo vieron en casa. No es nada bueno perder energía en enredarse a broncas con el rival, se tenga o no se tenga razón.

Mala circulación: España dobló en pases a Escocia, pero perdió dos cero... y gracias. Porque Kepa fue el mejor y salvó otros dos goles del rival. España careció de circulación porque Ceballos jugó muy lejos de Rodri y Merino no hizo bien su tarea, ya que no pudo enganchar con el media punta. Total, con las líneas tan separadas el partido se abrió, se descontroló y eso fue a favor de los escoceses.

Broncas inútiles: El partido se puso caliente con la jugada de Pedro Porro, que recibió un golpe en la cara. A partir de ahí, y con la ventaja del primer gol de McTominay, a Escocia ya no le interesó jugar sino porfiar. Y España entró a ese trapo cuando debió hacer lo contrario. Se discutió en cada saque de esquina, en cada acción y se diluyeron el ritmo y las ocasiones de la Selección.

Exceso de delanteros: Es evidente que De la Fuente tiene localizado el problema: es el gol. España genera ocasiones, pero falla en el remate final. Joselu, aún con todo, fue el mejor del equipo junto con Kepa, que hizo dos paradones. Pero el delantero del Espanyol no tuvo la puntería que exhibió contra Noruega. Si hubiera entrado su remate al larguero, quizás la historia hubiera sido otra. Pero hay que generar más fútbol para que al ariete le lleguen balones en mejores condiciones. Acabar con cinco jugadores de ataque no garantiza el gol, tal y como se vio en Glasgow.

Poco colmillo: Ceballos hizo una buena primera parte, pero se diluyó en la segunda. Y cuando se apagó, se apagaron las ocasiones de España. Tenemos una selección como muchos jugadores de aprobado, alguno de notable y ninguno de sobresaliente. Ceballos es el que más fútbol tiene, pero necesita gente que se mueva por delante y que sea más vertical. Falta colmillo.

Centrales desajustados. Por separado, tanto Íñigo Martínez como David García hicieron un partido aseado, bueno. Pero mirando a los centrales como pareja los desajustes fueron evidentes. Dejaron pasillo a los centrocampistas en dos ocasiones y no resolvieron bien las segundas jugadas. Pero, desde luego, la culpa de los goles no fue suya sino de los laterales derechos, Porro y Carvajal, que no tuvieron suerte.

Lo más visto

Más noticias