José Lana: “No me veo haciendo el mismo camino que De la Fuente”

El trabajo de entrenador formador es muy duro y está poco reconocido. José Lana (Mieres, Asturias, 1976) lo ejerce desde 1999. Empezó en el equipo de su pueblo, en Mieres, pasó por el Burgos, por el Racing (en dos etapas) y el destino le llevó a entrenar incluso en Canadá, donde se enteró que la Federación buscaba personal. Envió su currículo, entró en el organigrama en 2018 y su gran trabajo le ha llevado a tomar las riendas de la Sub-19 desde el pasado noviembre, cuando Santi Denia pasó a hacerse cargo de la Sub-21. Lana atiende a AS en el hotel donde se concentra la Selección, que este sábado se enfrenta a Luxemburgo en el segundo partido de la ronda élite del pre-Europeo.

La gente conoce muy poco a José Lana, ¿quién es y cómo llega a dirigir a la Sub 19?

Estaba entrenando a equipos juveniles y cadetes en Canadá cuando me enteré que la FEF buscaba gente que pudiera ocupar varios roles (primer entrenador, ayudante, preparador físico...). Al poco de entrar yo, en 2018, llegó Francis Hernández (máximo responsable de las categorías inferiores de la Selección) y cambió la estructura y quiso que el personal fuera más especifico y a mí me coloco como analista táctico y desempeñé ese rol para todas las selecciones. Luego en 2022, tras la marcha de David Gordo, me hice cargo de la Sub-15 y la Sub-16.

Y luego, directamente a la Sub-19. ¿Le sorprendió el nombramiento?

Sí fue un poco sorpresa. Me lo propusieron y acepté tras el nombramiento de Santi. Tampoco tiene más historia.

¿Le ha ayudado Denia a preparar esta ronda élite?

Santi llevaba trabajando con este grupo desde el principio de la temporada. Yo estuve como su segundo en la primera fase de la clasificación y conozco también muy bien a esta generación desde que estaban en la Sub-15. Juntos hemos construido este equipo y claro que me ha ayudado.

Para dirigir la Sub-19, ¿cuánto se debe ser entrenador y cuánto formador?

Yo comparto la idea que me trasladaron cuando me hice cargo de la Sub-15 y la Sub-16. Esto es un proceso, un camino, cuyo meta es que lleguen jugadores formados lo mejor posible a la Sub-21 y luego poder dar el salto a la Absoluta cuando sea necesario. Esa es la base fundamental. A partid de ahí, somos la Selección y salimos a ganar todos los partidos.

¿Qué diferencias hay entre entrenar una Sub-15 y una Sub-19?

Yo no noto diferencias. En mi trayectoria entrené a muchos equipos juveniles. Es cierto que estos son jugadores de máximo potencial a nivel mundial, pero en el trato son chicos completamente normales, muy respetuosos y da gusto trabajar con ellos.

De la Fuente ha sido toda su vida un formador de éxito. ¿Qué cree que puede aportarle a la Absoluta?

Todo. Él le da mucha importancia al grupo, a que haya buen ambiente y que todo sea como una familia. Eso siempre mejora las cosas. Y a nivel deportivo va a aportar toda su experiencia, que no tiene nada que ver con la que se vive en los clubes. Él sabe valorar los estados de forma cada tres días, las sanciones... mil historias que hay que tener en cuenta a la hora de dirigir una Selección.

¿Se ve haciendo el mismo camino que él?

La verdad que no. Desde el momento que entré en la Sub-15, para mí ya toque techo. Estoy encantado. No tendría problemas en seguir solo con la Sub-15 y Sub-16. Estoy rodeado de unos grandísimos profesionales.

¿Es la Sub-19 la categoría menos agradecida? Los supercracks como Ansu, Pedri o Bacjetic saltaron directamente a la Sub-21.

Es verdad que los que tienen mucha experiencia incluso de Champions dan ese salto, pero los que están aquí, para mí son igual de buenos, solo que no tienen esas experiencias competitivas, aunque probablemente las tengan en el futuro. No echo a nadie en falta.

¿Cuesta bajarle los humos a chicos que están en dinámicas de equipos de Primera y de repente se ven de nuevo entre juveniles?

Nunca he tenido ningún problema con ninguno. Son chavales muy normales, como cualquiera que tenga esa edad. Muy humildes y trabajadores. Saben que tienen un gran futuro por delante, pero que se lo van a tener que ganar.

¿Se considera un entrenador de sistema o se amolda a lo que tiene?

Tenemos un modelo de juego del que partimos para construir hacia el futuro. No podemos hacer lo que queramos. Dentro de ese modelo, tenemos que centrarnos en el perfil de los jugadores para que se encuentren cómodos.

¿No le da la impresión de que el 4-2-3-1 está más afianzado en la Federación que el clásico 4-3-3?

No es ni uno ni otro. Con balón jugamos con un pivote y dos interiores, pero que en fase defensiva pasa a ser un doble pivote. Es el mismo sistema en dos fases distintas.

¿Con qué se queda del partido ante Dinamarca?

Con la actitud de los chicos. Se dejaron la vida. No fuimos capaces de meter gol, en ese sentido, el resultado no fue injusto, pero está claro que tuvimos más opciones. Los chicos hicieron lo que le pedimos que hicieran. No hay ningún reproche en ese sentido.

¿Está influyendo el Mundial Sub-20 en que muchos chicos elijan jugar con una selección diferente a España?

Yo creo que no. Se equivocarían sí fuera así. Ellos deben representar al país que sientan. Que luego habrá jugadores que quieren jugar para un país, pero se ven con pocas opciones y se decantan por la otra opción que tienen, estupendo, pero la primera opción debe ser la del país que sientan.

¿La ausencia de Gharbi se debe a que el PSG no le deja venir o es una decisión técnica?

Ha sido una decisión técnica mía. Es un jugador de un talento descomunal, pero nosotros tenemos que valorar muchas cosas. Y una de ellas es que no podemos juntar un montón de jugadores que no estén teniendo minutos porque eso puede pasar factura.

¿Le preocupa que la canteras de Madrid y Barça atasquen a sus jugadores cuando pasan del juvenil al filial?

Me preocupa en el sentido de que los jugadores que creemos que son los mejores deben ir progresando y jugar al mayor nivel competitivo, pero es que en esos equipos es muy difícil. No es nada fácil, a veces se buscan ese futuro en otro equipo, pero eso no quita que no estén capacitados para seguir viniendo a la Selección. Si vinieron, es porque les vemos futuro.