Galones para Enzo Alves
El ariete comienza el nuevo ciclo de la Sub-17 con 9 y el brazalete de capitán. En La Fábrica ya es titular en el Juvenil A y marca cada 87 minutos.
Con el 9 y el brazalete, Enzo Alves. Un paso más de un chico que no es uno más. Sonríen en La Fábrica: “Nos va a dar muchas, muchas alegrías”. Ídem en la RFEF. Contra Andorra, en el estreno de la clasificación para la Eurocopa Sub-17, el capitán fue él. A sus 16 años fue la cabeza visible de la Rojita. No fue capital en el triunfo (3-0). Los flashes fueron para Tunkara, doblete y asistencia a Del Pino. Pero los galones, para Enzo Alves.
Una muestra de la confianza que desde la cantera española se le profesa al ariete. La idea es que sea un futbolista clave, una de las vértebras de este nuevo proyecto de Sergio García. Y, prácticamente desde el corte de cinta a la era, así está siendo. El primer día, el primer duelo oficial, titular y brazalete. Hoy, a las 11:30h. contra Letonia, segundo asalto. Y el martes (16:30) contra Dinamarca, el definitivo. Para comprar el billete a la Ronda Élite. A lomos, entre otros, del capitán Enzo.
Parte de un plan de desarrollo trazado para, además, evitar el cortejo de Brasil, país que podría defender por ser el de sus padres. Ya comenzó la temporada pasada, cuando él y Marco Company, otra de las grandes joyas a las que sacan brillo en Valdebebas, fueron los únicos de 2009 en estrenarse con aquella Sub-17. La apuesta es clara.
Hablamos de uno de los grandes talentos de esa generación de oro, la de 2009, con la que se frotan las manos en Valdebebas. Los Company, Lemaitre (Francia le ha ganado la partida a España, de momento), Bugarín, Del Pino, Guille Ponce, Yeremaiah, Raúl Andrei... Una cantera donde Enzo acaricia ya los 150 goles desde su ingreso. Y donde se ha hecho hueco en el Juvenil A. En las dos primeras jornadas, desde el banquillo. Pero en las dos últimas, de inicio. Con dos tantos, uno cada 87’. Ese es su idioma, el gol.
Desarrollo
En Valdebebas valoran sobremanera su progreso. La exuberancia física con la que dominaba en el pasado (un vistazo a la Promises de la 2021-22 sería suficiente) ya no es tal. Sigue siendo potente, pero su 1,78 le convierte en uno más. Ya no destaca en ese aspecto, pero sí en lo demás.
Un remate pulido en muchas horas de trabajo, un instinto en el área que viene de serie, un buen timing de salto para cabecear con soltura y, sobre todo, inteligencia en el campo. Esto último lo que más hace sonreír a sus formadores: “El taconazo contra el Atleti no fue casualidad...”.
Hay muchas aristas, no hay que olvidar que son 16 años, pero también muchas esperanzas. La etiqueta de ‘hijo de’ ya desapareció hace tiempo. Es solo Enzo. Y eso, cada vez es más.
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