Fabián Ruiz, entre Carlo Ancelotti, Luis Enrique y España
El entrenador del Real Madrid pidió su fichaje para el Nápoles, el asturiano le dejó fuera de Qatar 2022 y De la Fuente lo recuperó para la Selección: “Es un jugador único, quizás el mejor del mundo en su posición”.
Algo tendrá el agua de Los Palacios, el pueblo sevillano en el que nacieron Jesús Navas, Gavi y Fabián, el hombre de moda. El centrocampista del PSG pegó otro recital, uno más, contra Suiza. Fabián, que venía de ser uno de los destacados de la Eurocopa junto con Nico, Lamine y Carvajal, se erigió en un gigante en Ginebra haciendo lo que más le gusta: jugar con España.
Incomprensiblemente la trayectoria de Fabián con España no ha sido regular. Luis Enrique le sacó de las convocatorias durante más de un año. No le llevó al Mundial de Qatar y la Selección se resintió. Ironías del destino, ambos se reencontraron en el PSG. Al principio la cosa no iba bien, pero tras una conversación privada entre ambos Fabián recuperó el sitio y desde entonces es uno de los fijos en el equipo de París. Mucho se ha hablado sobre las razones de la ruptura entre Fabián y Lucho, pero el propio jugador declaró este verano que “nunca hubo ningún problema”. Pero fuentes de la Federación recuerdan que el excelente zurdo sevillano “cayó en desgracia tras un error en un partido contra Croacia en la Eurocopa 2020″. En fin, qué sabe nadie.
“Fabián es el mejor del mundo en su posición”
Lo bueno es que con la llegada del otro Luis, De la Fuente, la Selección recuperó a Fabián. Desde entonces cuenta sus partidos por victorias. En cada encuentro destaca por su juego, su último pase y también sus goles. Además, casi siempre deja una pincelada de esas que sólo están al alcance de los elegidos. “Si no se llamara Fabián Ruiz y fuera brasileño o argentino todos estarían diciendo que es uno de los mejores del mundo”, proclamó el seleccionador tras el partidazo que se marcó ante Georgia en la última Euro. Este domingo, después de una nueva exhibición en el campo del Servette el mismo día que su cumplieron los 69 años del debut del Real Madrid en la Champions en ese mismo estadio (0-2), De la Fuente volvió a elogiar a Fabián, como siempre merecidamente: “Fabián es el mejor del mundo en su posición, y además hay que ver lo que hace por el equipo. Es brillante, pero tiene espíritu solidario y siempre está dispuesto a sacrificarse por el grupo. Hay muy pocos, o quizás ninguno, como él”.
La trayectoria de Fabián, que vive en París con su novia y su perro y se ha aficionado a los fogones (pese a lo que tiene un chef particular que le prepara los menus que diseña su nutricionista), es brillante. Llegó al Betis con ocho años. Allí trabajaba su madre, que se ocupaba de la lavandería del club. Sus hermanos, Alejandro y Yamila, son sus primeros fans. No se pierden un partido de Fabián, que se marchó temprano de LaLiga con destino a Nápoles. Ancelotti le echó el ojo y mandó pagar 30 millones por él, el traspaso más grande en la historia del Betis. En su primera temporada en Italia ganó la Copa. Tres años después llegó el PSG y, ya amortizado por el Nápoles, fue vendido por algo más de 25 millones más bonus y en su primer año en París se convirtió en uno de los fijos. Jugó 38 partidos, algo más de 2.000 minutos, marcó tres goles y dio siete más. Unos números notables en un equipo en el que destacar no era fácil. Tenía como compañeros a Neymar, Messi y el que sigue siendo uno de sus mejores amigos: Mbappé.
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