El gol se oculta en Ginebra

Suiza es neutral. Hablo de su equipo de fútbol, no del país. Su selección camina siempre por las cercanías del Top-10 de la clasificación de la FIFA, pero no termina de dar el ansiado salto. Y así lleva ya un tiempo. Será allí, en Ginebra concretamente, donde la Selección española debe dar no sabemos si un salto, pero sí un paso adelante, tras el bajón anímico que supuso el empate a cero de Belgrado en el estreno de la Nations League (sigue en directo el partido de hoy en As.com).

Si uno chequea hoy el ranking FIFA localiza la bandera de la cruz blanca sobre fondo rojo en el 15º lugar. La inercia de Suiza es positiva, pero hace solo unos años estaba más cerca de ese ansiado club que ahora lidera Argentina. En junio de 2010, por ejemplo, cuando batió a España (0-1) en el debut de la fase de grupos del Mundial, los helvéticos eran vigesimocuartos. Aquel gol de Gelson Fernandes, que dejó a Casillas descolocado y a Piqué con una brecha en la ceja, sirvió de poco porque Suiza no pasó de la fase de grupos tras caer con Chile y empatar con Honduras. En el siguiente Mundial, Brasil 2014, era octava y cuando el balón echó a rodar en Rusia 2018 había logrado ascender hasta el sexto escalón. En Qatar 2022 ocupaba el mismo puesto que a día de hoy, ese 15º que deja frío al aficionado suizo, que sabe tanto de frío que podría escribir enciclopedias.

Por eso, la visita de la vigente campeona de la Eurocopa y de la Nations League supone un aliciente, lo reconocen desde los periodistas hasta el propio seleccionador helvético. Aunque no se rinden de antemano, eso nunca. “Sabemos que no somos favoritos, pero tenemos argumentos para ganar”, confiesa Murat Yakin, que lleva tres años en el puesto y que a la conclusión de la Eurocopa alargó su contrato hasta el Mundial 2026. En realidad, la cita de Alemania dejó un regusto amargo, pues el equipo tocaba las semifinales con los dedos cuando Saka empató en el 80′ para Inglaterra, que tras la prórroga y los penaltis siguió adelante en el torneo.

Xhaka, baja en Suiza

España es consciente de que su visita supone una motivación extra para el rival, aunque lo que realmente preocupa a De la Fuente y los suyos es recuperar las sensaciones que les hicieron campeones de Europa el 14 de julio. No hay mejor receta para curar los males que la vuelta de Rodrigo, quien se perdió el choque con Serbia al estar sancionado por los desafortunados gritos de “Gibraltar español” durante los festejos por el título continental. Su sombra es alargada por mucho que Zubimendi crezca, que lo hace, porque el del City se ha convertido en el mejor mediocentro del planeta al margen de lo que digan los galardones y las alfombras rojas. Es el gran referente de España, del mismo modo que, salvando las distancias, diríamos de Xhaka en Suiza, a quien echará de menos Yakin pues debe cumplir sanción tras ser expulsado el jueves ante Dinamarca. Un peaje demasiado caro el de jugar sin el engranaje del que también disfruta Xabi Alonso en el Bayer Leverkusen.

La puntería es la gran asignatura a aprobar por España, que en Belgrado realizó 22 remates que no lograron doblegar a Rajkovic. Esta noche, el hombre a batir será Kobel, meta del Borussia Dortmund, quien defiende la portería suiza que durante tantos años no tuvo otro dueño que Sommer, que ha decidido dejar la selección. Juegue quien juegue, Yakin promete que el equipo será fiel al estilo que tan buenas críticas cosechó durante la Eurocopa.

En esa tarea por dar con el gol, la ausencia de Oyarzabal, lesionado frente a Serbia, juega en contra. Ayoze no brilló y Morata no está (por sanción y lesión, un dos por uno), así que es previsible que De la Fuente mueva piezas, como si de un cubo de Rubik se tratara, para definir el ataque. Olmo apuntaba a falso nueve y en ese caso su puesto sería cubierto por Pedri, sin minutos en Belgrado, pero el fuerte golpe sufrido ayer por el ex del Leipzig abre las puertas a Joselu.

Más sencillo lo tiene, a priori, Yakin, quien seguramente apostará por Vargas y Embolo como puntas de ataque ante una selección a la que históricamente se le ha dado muy bien jugar en tierras helvéticas, ya que no conoce la derrota en once visitas, con un saldo de ocho victorias y tres empates. El último triunfo tuvo lugar en el mismo escenario en el que se juega el partido de esta noche. Fue el 9 de junio de 2022 y se resolvió por 0-1 gracias a un gol Sarabia. Del once que alineó Luis Enrique ese día solo podrían repetir hoy los dos Torres, Pau y Ferran. Hay veces en que dos años parecen cuarenta.

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