ESPAÑA-BRASIL | CARLOS

Carlos y sus recuerdos de un España-Brasil: “García se cebaba conmigo”

El símbolo oviedista debutó con la Selección en El Molinón ante los silbidos de la grada: marcó en el 3-0 de los de Luis Suárez. “Me crecía ante la adversidad”.

Eloy AlonsoDiarioAS

España y Brasil disputaron un amistoso en 1990 con un ambiente muy diferente al de ahora. Entonces, el seleccionador, Luis Suárez, era ampliamente criticado. La inclusión de un novato tampoco ayudó a serenar las cosas. Suárez convocó a Carlos Muñoz, enseña del último gran Real Oviedo pero coincidía que el partido se jugaría en El Molinón, hogar del Sporting, su enemigo irreconciliable. A Carlos le criticaron en las ondas y le silbaron desde el entrenamiento previo. Pero respondió con un golazo que celebró junto a una pancarta que rezaba “Puta Oviedo”. El que fuera magnífico delantero en los noventa repasa para AS aquella experiencia y su efímero pero exitoso paso por la Selección española.

España-Brasil. ¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza?

Un recuerdo muy bonito. Mi debut con la selección, y fue perfecto: ganamos a Brasil y pude marcar gol. No pudo haber pedido más.

¿Cómo te llegó la noticia de su convocatoria?

Eugenio Prieto (presidente por entonces del Oviedo) había llamado a casa para decírmelo, pero yo aún no había llegado de entrenar. Lo supo mi mujer, que según llegué me dijo que llamara a Eugenio. A él le hacía ilusión decírmelo. Pero cuando estaba entrando en casa en ese momento bajaba una vecina y al verme dijo: ”¡Hombre, enhorabuena por la selección!”. Y a Eugenio se le fastidió la sorpresa (risas).

¿No estabas pendiente?

Nada. Después de no haber ido al Mundial de Italia pensaba que la selección ya había pasado para mí. Había hecho un buen año, pero con 29 años pensaba que no me llamarían. Estaba Manolo, Butragueño, Bakero… Buen nivel arriba.

¿Qué te decía Luis Suárez, el seleccionador?

No había un ambiente tranquilo precisamente. José María García se metía mucho con Suárez. Y cuando me convocó a mí, se cebó conmigo. Que si era muy mayor, que qué hacía yo en esa selección… Quería criticar al seleccionador pero fue a por mí. Y nos metió mucha caña.

¿Te dolieron aquellas críticas?

Sobre todo a mi familia. Mi madre me llamaba llorando, que qué le había hecho yo a García para que me criticara así. Yo la tranquilizaba, le decía que eran cosas de los periodistas, pero al final te acaba afectando. Todo lo que rodeó al partido fue complicado, menos mal que salió bien.

Carlos Muñoz posa con el chándal de la Selección.

Y el morbo: el partido se jugaría en Gijón….

Pues lo primero que pensé fue, que qué bien, porque así podría ir mucha gente de Oviedo a apoyarme…

Apoyo precisamente no hubo mucho…

Nada. En el entrenamiento del día antes, que lo hicimos en El Molinón, la gente me pitaba cada vez que tocaba el balón. El pique Oviedo-Sporting se llevó hasta esos extremos. Me acuerdo que Luis Suárez paró el entrenamiento y ordenó que dijeran en el altavoz que si seguían protestando suspendíamos el entrenamiento.

Pero no pareció que eso mermara tu fútbol.

En el campo era así. Me crecía ante la adversidad. Me acuerdo que en la previa, Suárez estaba explicando la estrategia y preguntó quién se animaba si había un penalti. Yo levanté la mano el primero, “yo míster”. Y me dice “sí, claro, y si lo fallas nos matan a los dos”. Al final me puso de titular y me dijo que me lo tomara con tranquilidad.

El partido, ¿cómo fue?

Jugué de inicio. Yo creo que me quería probar para ver si podía ir a la Eurocopa. Era contra Brasil y el ambiente no era el mejor, pero yo no me arrugaba. Podía fallar, pero arrugarme nunca. Brasil venía en un cambio generacional, del Mundial de 90 que fracasó al futuro equipo campeón del 94. Era un equipo en construcción. Empezamos nerviosos, todos no solo yo.

España gana 3-0 y metes un golazo.

Recuerdo que la recibe Míchel en la banda, que era un jugadorazo. Y antes si le iba a un extremo sabías que iba a centrar, era todo más sencillo. El gol es como si lo viera antes. Cuando recibe Míchel empiezo el desmarque al primer palo y la ejecución me sale perfecta. Cuando juegas con gente del nivel de Míchel, sabes que te la va a poner donde quiera.

Carlos, en una foto con el Oviedo.

Entre 1990 y 1991 jugaste 6 veces con la selección y marcaste 6 goles. Es raro que no hubieras tenido más continuidad.

Venía jugando y marcando y de repente Vicente Miera, que había metido 28 goles con él en el Oviedo, va y me limpia. Aquello me dolió mucho. Aunque peor fue lo del 94, con Clemente.

¿Cómo fue?

Marqué 20 goles esa temporada (93-94) con el Oviedo, cuarto en el Pichichi, y no me llevó a Estados Unidos. A aquello se le dio muy poco bombo a nivel mediático. ¡Fui el único máximo goleador nacional que no fue al Mundial! Yo creo que Clemente me la guardaba de cuando rechacé seguir con él en el Atlético porque quería volver al Oviedo.

¿Qué pensaste cuando Julio Salinas falló ante Pagliuca?

La gente me lo sigo diciendo: “Si te hubiera caído esa a ti…”. Pues no lo sé, la verdad. Pero como es imposible saberlo yo sigo pensando que se me privó de la oportunidad de jugar un Mundial, ser campeón y máximo goleador. ¡Que seguro que no hubiera pasado…! Pero se me privó de esa oportunidad al menos de intentarlo.

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