Ziganda y una Cultural de “play-off”
Con el técnico navarro al frente, el equipo leonés presenta números de equipo grande. El trabajo defensivo, su gran salto.
Definitivamente, tenemos que hablar de Ziganda. Cuando se cumplen dos meses de su llegada al banquillo de la Cultural, el efecto salta a la vista. El equipo navega a velocidad de crucero en una zona tranquila de la clasificación gracias a una evolución notable hasta el punto de que, con el ‘Cuco’ al mando, los leoneses presentan puntuación de play-off de ascenso. Tomando como referencia las últimas nueve jornadas, la Cultural es el sexto conjunto que más puntos ha sumado (16), a cuatro del Almería, el mejor en este tramo.
Dicen que las comparaciones son odiosas y más, como es el caso, cuando Raúl Llona no jugaba con las mismas cartas, pero el relevo en la dirección técnica de la Cultural ha sido altamente satisfactorio. Ziganda ha mantenido la inercia de un equipo que con el anterior entrenador (2-4 en Santander) ya apuntaba maneras como visitante (4 victorias en 8 salidas), ha mejorado el promedio goleador (de 1 un gol por partido a 1,33) y, sobre todo, ha logrado la solidez añorada, la llave del éxito. La Cultural ha pasado de encajar dos goles por encuentro a blindar su marco (8 goles en 9 partidos: 0,88).
En este periplo, además, se ha producido la reconciliación con el Reino de León, que, por fin, vio ganar a los suyos, un equipo altamente competitivo pero que ni mucho menos se define por esa filosofía conservadora con la que se etiquetaba a Ziganda. El último ejemplo, el recital de juego y ataque con el que los blancos remontaron el marcador en Cádiz con Calero, Lucas, Chacón, Mboula o Manu Justo en una formación para nada defensiva. Y cuando de defender se ha tratado, a veces en exceso como en Zorrilla o en casa ante el Málaga, también dio la talla la Cultural.
Todo está de cara en este momento de la liga. Faltaba una remontada y llegó, se criticaba el previsible juego de estrategia y en Mirandilla marcó Barzic tras un córner, apuntaba la crítica a los delanteros y Manu Justo les mandó callar… Incluso en la dudosa gestión de activos deportivos como Lucas Ribeiro parece haber salido ganador el técnico.
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El presente es brillante, sí, pero nada alterará el guion marcado. A Ziganda no le inmutarán los piropos, sabedor de que en algún punto de la temporada aparecerán las curvas, tan frecuentes y sinuosas en el trayecto de la Liga Hypermotion. Entonces, el discurso del ex futbolista será firme, como en las victorias: confianza plena, partido a partido y los 50 puntos como única meta.
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