¿Y si el gol del ascenso fuese de Pere Milla?

En el vestuario del Espanyol impera la confianza de cara al encuentro de vuelta de la final del playoff ante el Oviedo. Ganar o ganar, eso es lo único que le sirve al bloque blanquiazul para alcanzar el objetivo de volver a Primera División. Martin Braithwaite lanzó un rotundo “vamos a subir” y para ello, tocará hacer, como mínimo, un gol y que no marque el Oviedo. El danés también lanzó que sabía quién iba a hacer el gol del ascenso. El problema es que no lo desveló. Manolo González también fue cuestionado por ello y se topó con que “Rappel no le cogió el teléfono”. Sin respuesta, puestos a ‘jugar’ por qué no puede ser Pere Milla. Sería redondo y acabaría con las críticas que ha centralizado en los últimos meses.

Llegó al Espanyol en agosto y, tras jugar la primera jornada de Liga con el Elche, en la jornada 2 ya lució la camiseta blanquiazul. Su debut fue fulgurante, con un gol y una asistencia ante el Racing de Santander (2-1). Sus inicios fueron muy buenos, pero su figura se fue diluyendo hasta el punto de ser criticado, y mucho, por la afición perica. Pese a todo esto, destiló una gran fortaleza mental y se ha ido reponiendo y ha sabido reconvertirse en carrilero zurdo. Gracias a su buen hacer, no sería extraño verle de inicio el domingo contra el Oviedo. Manolo González confía en él y el técnico, en la conferencia de prensa que ofreció previa al duelo, advirtió que iba a colocar a futbolistas con “personalidad, que se la vayan a jugar, que vayan a arriesgar”. Y Pere Milla, de esto, va sobrado.

Se trata de un futbolista experimentado (ha jugado 100 partidos en Primera y 127 en Segunda) y siempre está dispuesto a dar un paso al frente. Además, ya sabe qué es ser decisivo en una final del playoff. Tanto que hace cuatro se bastó para catapultar al Elche hacia Primera División. Firmó un tanto, el 0-1, en Montilivi contra el Girona en el encuentro de vuelta de la final. Lo logró en el minuto 96 y desató la alegría, colectiva y personal. Antes de iniciar el playoff, Pere Milla lo recordó y es que “fue una sensación única. Ese gol da tanta felicidad y alegría a compañeros, familiares, a una ciudad. Fue uno de los días más felices de mi vida”. Pese a ser solo su primera campaña en el vestuario perico, es una de las voces autorizadas. “A mis compañeros les digo que el playoff son detalles, que cualquier acción te marca el partido. Por ejemplo, aquel día expulsaron a Stuani y a partir de ahí el equipo fue a más, tuvimos una ocasión, hicimos un gol y ya está. Así es el fútbol de hoy en día”, dijo el ilerdense, que sueña con lograr el objetivo que se marcó cuando firmó por el Espanyol: subir a Primera.

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