Weissman se estrena para romper el maleficio

Han pasado 175 días, cinco meses y 20 días, once partidos desde la última victoria del Granada a domicilio pero, en Vila-real, el conjunto nazarí rompió su maleficio. En el debut de Weissman, que tardó tres minutos en marcar su primer gol con la horizontal rojiblanca, el estreno goleador de Uzuni, el pichichi de la categoría, lejos de Los Cármenes, el Granada, al fin, sumó tres puntos lejos de su fortín. Le costó, sufrió y volvió a aparecer un salvador Raúl para regresar a la ciudad de la Alhambra con una victoria que sabe a gloria porque el Villarreal B tuvo ocasiones de todos los colores para, al menos, acercarse en el marcador y poner en apuros a los de Paco López.

El Granada salió con la gran novedad de Shon Weissman en el once. El israelí, que llegó esta misma semana a la ciudad de la Alhambra, formaba ataque junto a Uzuni con Víctor Díaz de lateral y Ricard por delante. Y los nazarías salieron dispuestos a ahogar al Villarreal B. El filial, que jugaba en el Estadio de la Cerámica, no quería rifar el balón e intentaba siempre sacarlo desde atrás con sentido. Pero, a los tres minutos, todo se puso de cara para los visitantes. Los nazaríes la tocaron de un lado a otro hasta que Callejón encontró a Weissman que recortó y puso un zapatazo imposible para Iker. Golazo en su estreno con la horizontal rojiblanca a los tres minutos del inicio. El gol asentó la idea del Granada que intentaba tener el balón y buscar los huecos. Pero el filial amarillo también quería el esférico y empezó a ganarlo y moverlo. El Granada, ordenado, intentaba que no se acercasen a Raúl Fernández que tuvo que empezar a aparecer. La primer se la sacó a un activo Sergio Lozano tras una larga jugada de los castellonenses. Los de Miguel Álvarez estaban asentados e imponiendo su juego ante un Granada incómodo y que se defendía con todo. Y, cuando mejor estaban los locales, llegó el segundo. Presionó la salida del balón, una, dos y a la tercera el balón le cayó a Uzuni que, al fin, logró marcar lejos de Los Cármenes. Todo le estaba saliendo al Granada. Sin embargo, el Villarreal B seguía a lo suyo, con el balón, tocando y llegando con peligro a los dominios de Raúl Fernández. La tuvo Fer Niño tras otro pase filtrado de Sergio Lozano, pero no fue bueno el control en el mano a mano. Respondió Uzuni con otra buena jugada que sacó Iker con una gran parada. Apretaba el Villarreal que seguía acumulando ocasiones. La tuvo de nuevo Fer Niño en otro pase buscando la espalda, pero, de nuevo, apareció Raúl Fernández. El filial se iba al descanso con más posesión y más tiros, pero menos pegada.

Tras la reanudación, salió Hasan y Diego Collado exigió de nuevo a un inspirado Raúl Fernández. Su tiro casi sin ángulo lo tuvo que sacar el meta vasco con otro paradón. Collado volvió a aparecer poco después. Porque el Granada seguía sin encontrarse. Paco López movió el banquillo con la entrada de Pol Lozano, que debutaba de nazarí, Meseguer para dar oxígeno a la medular. Los nazaríes tenía una leve mejora, pero el Villarreal B continuaba llegando con facilidad al área visitante. Hasan, con dos llegadas, avisaba a los nazaríes y Collado, tras una gran jugada con Sergio Lozano, no pudo rematar bien. Entró también Sergio Ruiz para intentar tener más control en la medular. También movió el banquillo Miguel Álvarez. Pero el partido seguía por los mismos derroteros, el Villarreal B dominaba y tenía más llegadas, pero no conseguía acercarse en el marcador. El Granada sabía que el tiempo seguía a su favor. Debutó también Famara en el conjunto granadino por el goleador Weissman. El filial seguía llegando, Rubio e Ignasi Miquel continuaban sufriendo. Pero no era el día del Villarreal que, ni en balones sueltos, lograba encontrar la portería. Hasan hacía mucho daño, pero los nazaríes eran un muro. La tuvo Neva, en el otro área, con un zapatazo que sacó Iker. Con espacios, la tuvo de nuevo Uzuni. Millán marcó, pero en fuera de juego. Y Hasan puso otro balón que se paseó por el área de Raúl. El Granada mantuvo su portería a cero y logra una victoria importantísima para seguir en la zona alta. Son tres partidos seguidos ganando para los nazaríes que, al fin, se quitan la losa de los partidos lejos de casa.