Una victoria, una participación histórica y una derrota dolorosa

La alegría en el Real Valladolid parece que jamás puede ser completa. Porque si a mediodía comíamos con el resultado de la consulta a favor de volver al escudo antiguo con una participación muy relevante, por la noche se nos indigestaba la cena con otro partido malo del equipo de Paulo Pezzolano en el que no tuvo la fortuna de otros encuentros y sumó su séptima derrota.

La victoria de la consulta no viene del resultado. Viene por la altísima participación, casi 14.000 personas de 20.214 decidieron expresar su opinión y con ella ser partícipe de una de las decisiones más importantes del club en los últimos años. No eran sólo cuatro gatos, ni tampoco los traviesos chavales del fondo... era algo mucho más profundo. Para mí es muy destacable la cantidad de personas que han querido con su voto, todos ellos muy respetables, expresar su opinión sobre uno de los símbolos más importantes del club. Lo he dicho muchas veces. Más que la decisión de cambiar el escudo en 2022, lo que molestó a la afición es que no le fuera consultada una decisión tan relevante en la historia del club. Y, añado, que hay que aplaudir también a la entidad blanquivioleta, una empresa privada, por dar voz a sus abonados. Más vale tarde que nunca. La victoria es la participación, no que haya ganado el sí, para alegría del 88% de los que han votado.

Y luego el fútbol. Como el vallisoletano es, de por sí, un poco negativo, quien más quien menos tenía claro que por la noche tocaba “petardazo”. No hay nada científico en esa sensación, pero, por desgracia, casi nunca falla. El partido ante el Villarreal B fue malo, no mucho peor que otros que se han ganado, pero en el Madrigal se volvió a ver a un equipo con una sola idea, explotar la banda de Moro, dejando cojo al equipo, con muchos jugadores realizando un pésimo partido, como Kenedy, Monchu, Iván Sánchez o Luis Pérez, y una falta de contundencia llamativa. Los buenos resultados, el salto a la zona noble, vino de ser expeditivos atrás y resolutivos adelante. Ante los amarillos, equipo que se empleó de manera dura, ni una cosa ni la otra. El gol es un monumento a la verbena defensiva, donde ni centrales, ni medios centros son capaces de impedir el tiro de Forés. En ataque, muy escasos. Sólo Moro fue una pesadilla por su banda, pero luego apenas encontraba compañeros a quien darle balones para rematar... Podía ser peor. Con el equipo perdiendo, el Real Valladolid jugó media hora sin delantero centro, sin una referencia arriba y con Kenedy jugando de falso delantero centro... Tuvo ocasiones, más por empuje que por fútbol, pero hoy no fue suficiente. Y Arnu en el banquillo.

Total, que el Pucela suma su séptima derrota en 20 partidos, una barbaridad que se equilibra con las 11 victorias y sólo dos empates. Los de Pezzolano son los que más ganan junto al Leganés y el que menos empata de Segunda. Eso sí, con la derrota ante el Villarreal B, los vallisoletanos entregaron casi de forma definitiva el campeonato de invierno a los pepineros. Para que los blanquivioletas lo ganaran deberían golear por 15 goles al Racing de Ferrol y los madrileños perder ante el Tenerife... lo dicho: imposible. Así que toca felicitar a Borja Jiménez, un currante del fútbol que pasó por Valladolid. Enhorabuena.

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