Una serie para olvidar… en marzo

El Córdoba ha mutado durante el transcurso de la primera vuelta. De ser un equipo intratable como local ha pasado a perder los tres compromisos que ha disputado coincidiendo con el comienzo del tramo definitivo de la competición. Esta situación contrasta con su balance como visitante, ya que en tan sólo dos partidos ya ha registrado una puntuación mayor que en toda la primera vuelta.

Uno de los argumentos que justifican estos resultados del Córdoba son los rivales que ha tenido en el camino. A El Arcángel, ahora Bahrein Victorious con nombre comercial, llegaron en buenos momentos de forma el Almería, el Racing de Santander y hasta el Huesca. De hecho, los dos primeros salieron como líderes de la Liga Hypermotion tras sus visitas, mientras que el Huesca justificó su poderoso estado al vencer remontando el partido del domingo para situarse en puesto de ascenso directo a Segunda División.

Por lo pronto, esta serie no podrá acabarla hasta el mes de marzo, ya que los caprichos del calendario de competición le llevarán a dos salidas peliagudas ante el Tenerife y el Racing de Ferrol, conjuntos con los que se está jugando la permanencia y a los que sí pudo vencer en la primera vuelta de la Liga en el coliseo ribereño.

Para incrementar la dificultad de acabar con esa mala racha, el Córdoba tendrá que recibir la visita del Granada, otro equipo situado en la pelea por estar la próxima temporada en Primera División. Con todo, el Córdoba de Ania quiere olvidarse de una dinámica que ha sabido paliar con su mejora a domicilio, donde ha sacado adelante los tres últimos partidos que ha disputado ante el Oviedo, el Castellón y el Cartagena.

Porque estos números como local se asemejan a los de campañas en las que el Córdoba pasó por serios apuros para mantenerse o terminó descendiendo. Eso sí, también podría encontrarse una salvedad en el arranque del curso pasado con Iván Ania, ya que inició su singladura como local perdiendo ante el Ibiza y el Linares.

Años atrás, esta tendencia también se dio. Entre los argumentos que se dieron para la gran crisis de 2023 estuvo encadenar de manera consecutiva hasta cuatro derrotas. Esa fase de depresión comenzó con un 1-2 ante el Mérida, que fue prolongada por la Balompédica Linense, el Celta Fortuna y el Castilla. Eso fue el principio del fin de la era de Germán Crespo.

Pese al desastroso desenlace en la extinta Segunda B de las campaña 19-20 , el Córdoba no falló tanto como local. Solamente encadenó derrotas en la campaña que acabó de manera forzada por la pandemia de la Covid-19 con dos derrotas consecutivas ante el Algeciras y el Cartagena, que, por cierto, le costaron el cargo de entrenador a Raúl Agné. Y no lo hizo en la siguiente, de los subgrupos,

Ni en la temporada del descenso de 2019 llegó a perder tres partidos seguidos. Firmó un par de secuencias negativas con dos derrotas consecutivas en El Arcángel. Y esa tendencia ya se dio en el curso anterior cuando tuvo que obrar un milagro para salvarse recuperando una desventaja de 14 puntos. Precisamente, su reacción llegó después de que perdiera dos partidos seguidos ante el filial del Barcelona y el Granada.

Por supuesto, su peor serie como local la tiene en la segunda vuelta de la temporada 14-15, cuando consumó su descenso por la vía rápida.  Como dato, no ganó un solo punto en la segunda vuelta como local.

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