Una remontada para creer
El Real Zaragoza, resucitado por Sellés, nunca le había dado vuelta a un partido con diez en estas trece temporadas en Segunda y le ha devuelto la esperanza en la salvación a su afición.
De estar casi desahuciados a creer en la salvación. La épica remontada con diez en Ipurúa, una pequeña gesta que el Real Zaragoza no había logrado en estas trece temporadas consecutivas en Segunda División, le ha devuelto la fe y la sonrisa al vestuario y la esperanza a su sufrida parroquia, y ha reforzado –y de qué manera- la posición de Rubén Sellés. El joven técnico valenciano, un entrenador sin ninguna experiencia en el fútbol español, llegó hace una semana seriamente cuestionado al partido frente al Huesca, después de tres derrotas consecutivas, pero estas dos victorias no sólo le han sacado del alambre, sino que le proporcionan tiempo y crédito, entre sus futbolistas y también entre la afición, lo que no es un asunto menor.
Y es que frente al Huesca y el Éibar el Zaragoza ha sumado los mismos puntos que en las trece jornadas anteriores y, aunque continúa colista, el panorama se va aclarando a la espera de un nuevo triunfo el próximo domingo frente al Leganés en el Ibercaja Estadio, lo que supondría un verdadero paso de gigante para resurgir definitivamente, llegar vivo al mercado de invierno y poder reforzar una plantilla escasísima de calidad en casi todas sus posiciones, salvo en la portería, y con un problema mayúsculo pendiente de resolver en el eje de su defensa, donde ni Insua ni el serbio Radovanovic, apuestas del cuestionadísimo director deportivo Txema Indias, dan la talla, por no hablar del eslovaco Kosa, un fichaje de su antecesor Juan Carlos Cordero, al que, visto su nivel competitivo, le han adelantado en preferencia de Sellés un juvenil de 17 años (Gomes) y un mediocentro de 20 (Saidu), que formaban parte de la plantilla del filial.
Precisamente, Insua se someterá en las próximas horas a pruebas diagnósticas, después de haberse retirado ayer con un pinchazo en un gemelo. No se espera, en principio, una lesión grave del veterano zaguero gallego, pero su concurso está en el aire. De modo que Sellés tendrá que reconstruir el centro de su defensa frente al Leganés, porque Saidu fue expulsado en Ipurúa por doble tarjeta amarilla y cumplirá un encuentro de suspensión.
El Zaragoza se ha entrenado esta mañana en su Ciudad Deportiva en una sesión de recuperación para los titulares, mientras que los lesionados Tachi, Akouokou, Paulino y Cuenca se han ejercitado al margen, al igual que Dani Gómez, con un fuerte golpe en un pie, y Bazdar, con una leve distensión en un aductor, que fueron baja de última hora frente al Éibar. Las previsiones, con una semana por delante, es que Dani Gómez y Bazdar estén recuperados ante el Leganés, lo mismo que Akouokou y quizá Tachi. Radovanovic, por su parte, regresará tras haber cumplido su partido de sanción.
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El equipo aragonés disfrutará mañana de su jornada de descanso semanal y regresará el martes a los entrenamientos para preparar la visita de un Leganés en horas bajas, tras perder 0-3 con el Almería y con su entrenador Paco López amenazado de despido.
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