Una partida de cero

Aristóteles acuñó en su día que “en el término medio está la virtud”, aunque eso no siempre guarda relación con el deporte de competición. Y un de los ejemplos más palpables en la presente temporada lo presenta el Córdoba, que en el presente 2025 ha acabado con su balance a cero.

Eso queda patente en el número de partidos y hasta en la diferencia de goles. De hecho, la prueba más significa está en su actual clasificación. Al cierre de la primera vuelta de la Liga, el equipo entrenado por Iván Ania acredita con 26 puntos la undécima posición de la tabla con un balance de goles de 23 a favor y 23 en contra. Por lo tanto, está en lo que podría definirse como un kilómetro cero cuando el próximo sábado vuelva a rodar el balón en el Bahrain Victorious Nuevo Arcángel.

En sí, este camino hacia la igualdad total en sus guarismos comenzó con complicaciones en el arranque de la temporada. Porque el cuadro blanquiverde abrió el curso en negativo con tres derrotas en las cinco primeras jornadas. Su arranque fue de -3 en los partidos ante el Sporting de Gijón y Las Palmas que después agudizó cuando cayó en Andorra por 3-1.

Con ese -4, ya que entremedias quedaron el empate de Valladolid y la remontada ante el Castellón, el Córdoba tuvo que enmendarse en su camino. Hasta un cambio en la portería: Carlos Marín cedió su puesto a Iker Álvarez. Llegó una serie de resultados positivos durante ocho jornadas que le dio, incluso, la posibilidad de ponerse un saldo positivo en sus cuentas particulares. Las vitorias sobre Zaragoza, Cultural y Deportiva Leonesa o Albacete le dieron para equilibrar al cero y la posterior ante el Ceuta le dio un balance positivo gracias al 2-0.

Sin embargo, a partir de ese momento entró en una fase movediza. Seis semanas sin ganar y dos derrotas en casa ante el Deportivo y el Cádiz, que le devolvieron al saldo negativo de -1. Finalmente, ganó en Vitoria al Mirandés para dejarlo a cero en lo que respecta a la Liga, ya que en su única actuación copera perdió por 1-0 ante el Cieza y ello supuso que en la segunda parte de 2025 acumulara un total de 23 goles a favor y 24 en contra.

Pero este número se equilibra con el primer tramo, correspondiente a la segunda vuelta del curso 24-25. El Córdoba, al cierre de la primera vuelta, partía con un saldo negativo de cinco goles. Partió de un 28-33 que terminó al cierre de la Liga en un 59-63.

De hecho, en su primera aparición de enero, el equipo de Iván Ania comenzó perdiendo 0-3 contra el Almería. Así abrió un ciclo en el que encadenó derrotas como local por la mínima ante rivales de la zona alta como el Racing de Santander o el Huesca, mientras que superaba a domicilio por la mínima a adversarios directos en la lucha por la permanencia como el Castellón, el Cartagena, el Tenerife o el Racing de Ferrol.

Esa tendencia experimentó un vuelco en marzo cuando el Córdoba goleó por 5-0 al Granada y encadenó una serie de empates contra Zaragoza, Deportivo, y Sporting de Gijón. Perdió en casa contra el Elche y ganó en Málaga también por 0-1. En abril encadenó más empates hasta que en mayo se despidió de la victoria en casa ante el Cádiz. Luego perdió en Burgos y Eibar, acabando con empate ante el Albacete. Así, dejó su tarjeta de visita en un 31-30.

Y este cero se ve reflejado en su cuenta global de 2025. 13 victorias, 13 derrotas y 15 empates. 54 goles a favor y otros 54 en contra. El Córdoba parte desde ese particular término medio en 2026.

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