LAS PALMAS

Una noche a la contra

Las Palmas se puso un traje nuevo para vencer al Málaga. Sus cuatro goles vinieron de contragolpes. Amplía el catálogo de soluciones de la pasada campaña

MARIANO POZODiarioAS

Decía García Pimienta en la previa ante el Málaga que su objetivo era amasar la pelota y que cumpliendo esa máxima entendía que estarían más cerca de la victoria ante el club costasoleño. “Vamos a intentar tener muchísimo el balón, que es nuestro objetivo, que es donde somos muy fuertes y defensivamente estar muy concentrados para que cuando el Málaga tenga sus opciones, estemos juntitos y podamos llegar bien a las ayudas”.

Sin embargo, a esa intención de llevar la iniciativa en La Rosaleda el pasado lunes le salió un grano antes del encuentro y es que el capitán y alma mater de los amarillos Jonathan Viera no podía viajar a causa de una lesión para disputar el segundo encuentro de liga.

Además, para ahondar en esta incomodidad los malacitanos imprimieron un ritmo endiablado al encuentro desde el primer minuto con una presión muy alta en zonas del campo que obligaban a los amarillos a buscar la verticalidad frente a una elaboración del juego más horizontal más natural a su estilo.

Habitualmente a los amarillos no se les da bien los partidos de ida y vuelta. Sufren en defensa y en ataque no es un equipo que luce gran pegada. No obstante, la noche del lunes la U.D. Las Palmas se vistió de contragolpeadora y de pegadora. Y le sentó bien el traje. Al contragolpe generaron las dos primeras grandes ocasiones de gol, una a través de las botas de Moleiro y otra de Álvaro Jiménez. Y al contragolpe, a la tercera, fue la vencida, en una conducción de Moleiro habilitando después de unos rechaces a Clemente.

A partir de ahí la Unión Deportiva aceptó el envite que le tocaba jugar. El Málaga salía con aún más ímpetu en busca de la portería de Álvaro Valles. Y a los de García Pimienta en parte por su interés y por la propia presión que le imponía el Málaga le tocó esperar replegada y aguantar los envites rivales, “juntitos” como quería el técnico. Si bien es cierto que el Málaga gozó de alguna oportunidad no estuvo acertado de cara al gol.

En ese despliegue ofensivo de los malacitanos Álvaro Valles encontró un vacío a la espalda del lateral derecho malacitano por ahí entró Clemente —autor del primer gol— y asistió a Marc Cardona el segundo tanto, también al contragolpe.

Se veía cómoda las Palmas con el 0-2 y viviendo cerca de su área cuando tenía que hacerlo, a diferencia del año pasado en el que cuando le tocaba defender así a los amarillos sufrían y no eran siempre capaces de matar el encuentro en alguna jugada suelta al espacio.

Con el equipo malacitano desplegado al ataque, las Palmas se encontraría otro hueco, esta vez en el lateral izquierdo malagueño por ahí entraría Álvaro Jiménez a pase de Moleiro y volvería a ser el tercer tanto, de nuevo al contragolpe.

Con el partido ya muerto Marvin park avisó una primera vez de sus intenciones y en la segunda oportunidad que tuvo mostró todo el potencial que el canterano madridista tiene: una velocidad endiablada al espacio. De esta forma también anotaría al contraataque el cuarto.

Es interesante observar que la Unión Deportiva Las Palmas —al menos en un partido— ha sabido ponerse el traje de equipo que defiende en bloque bajo y es capaz de aceptar y usar la contra y a ello se refería el técnico García Pimienta tras el partido “si somos capaces, porque ellos presionan alto, de enganchar directamente con el tercer hombre y salir hacia la portería contraria pues ya hemos llegado a la zona de finalización, que es lo que queremos”.

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