Un solitario gol de Rubén Alves da respiro

Tal y como avisaban los números, el Tenerife-Mirandés era garantía de goles (nunca un 0-0 en la Isla entre ambos). Y se cumplió. Solo uno, pero suficiente para que los blanquiazules ganaran su partido y empezaran a ver más cerca los puesto de salvación. Los visitantes, no hicieron mal partido, pero no estuvieron finos. Tanto Mel como Lisci apostaron por darle continuidad a su once por lo que repitieron el mismo de la semana pasada. Ambos además, jugando con sistema similar (tres centrales). Así las cosas, a los visitantes se les vio un poco mejor en el comienzo que tuvo la primera a los cuatro minutos, pero nadie estuvo en el área para rematar.

Trató de responder el Tenerife con el de siempre, Luismi Cruz, quien no encontró acompañante dentro del área (8′). Minutos después, Diarra avanzó, centró, pero Enric cabeceó alto. Tras estas acciones, el partido volvió a nivelarse, aunque los rojillos estaban más firmes y merodeaban el área de Salvi. Sin embargo, del primer corner nació el 1-0: Luismi la puso en el segundo palo, Diarra la bajó y Rubén Alves estuvo rápido en el área pequeña para empujarla. Cosa del fútbol, ya que el Mirandés estaba más cerca de marcar que los insulares. A partir de ahí, hicieron pie los de Mel que empezaron a dominar la situación y hasta optaron por aumentar la renta, aunque les faltó un poco de profundidad.

Tras el descanso, el balón fue del Mirandés. Así, Reina tuvo una muy buena dentro del área, pero disparó alto (50′). En la siguiente acción, Salvi le sacó un buen tiro a Izeta, aunque se pitó fuera de juego. Los tinerfeños, a la contra trataban de sacar tajada, pero no estaban apareciendo. Panichelli apretó a Gayá en la salida y le robó el balón, pero su disparo fue bien repelido por un seguro Salvi (64′). Ya las piernas empezaban a pasar factura por lo que ambos equipos refrescaron con Teto, que volvió tras lesión y Yanis, en el local y Homenchenko, Dadie y Ander, en los visitantes.

En los instantes finales, se dio la curiosidad de que el colegiado Ávalos Barrera notó una molestia muscular y tuvo que ser reemplazado por el cuarto árbitro (García Riesgo). Ya en la prolongación, el Mirandés ya con uno menos pudo empatar, pero la defensa blanquiazul evitó la caída casi sobre la línea.

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