Un regreso que pasa por Albacete

No nos engañemos, lo que da más confianza son las victorias, lo que más permite jugar a los futbolistas son las victorias”, afirmaba Rubén Albés tras su partido ante el Racing después de seis partidos sin ganar. El mismo entrenador del próximo rival amarillo. Aseguraba además que: “Nunca es sencillo volver a la senda de la victoria”. Y en esa encomienda anda Las Palmas, en la del regreso.

Anda la U.D. en un momento de mareo, como si acabara de bajarse de los cochitos de las fiestas del Pilar y estuviera buscando puntos de referencia. Cree saber la receta. “Ser nosotros mismos”, repiten desde el vestuario, una recuperación efectiva de las esencias que deberían traer de regreso la costumbre de las victorias.

Sin embargo a esa búsqueda se le han añadido dos condicionantes. Por un lado el ambiental del final de liga: vértigos en los de arriba y agónicos y sorpresivos hallazgos en los de abajo. Por otro, el circunstancial: la estrechez de maniobra tras cuatro partidos sin ganar, con el zoom reducido. Dos victorias en los últimos ocho partidos, si se abre la lente.

Ese desvío del camino de cuatro jornadas, es lo que más ha estado sin ganar Las Palmas en todo el curso, empatando con la racha que fue de Huesca hasta Levante y que superó con la victoria en el primer derbi del curso. Ahora mismo no hay un Tenerife en el Gran Canaria que catalice la recuperación, hay un Albacete en el Belmonte que mira a los ojitos de la promoción. Y no hubo un Marc Cardona que marcara de cabeza en el último minuto en el partido previo, pero sí un Valles que salvó la derrota a cuatro del final.

Con todo, tras el agónico y celebrado empate en el Ciutat de València y en el final de la primera mala racha de la temporada, Las Palmas se encontraba tercera a dos puntos del ascenso directo. Idéntico escenario que encaran los amarillos antes de viajar a Albacete.

De ahí la importancia de volver a la victoria. La cabeza no hace parada y fonda, y del quinteto que lidera la clasificación, solo el Alavés ha sufrido una racha de cuatro partidos sin ganar, dos veces. Al igual que Las Palmas. De hecho, estuvo cerca de sumar su quinto partido de no haber vencido ante el Tenerife en el minuto 70 de la semana pasada.

Por su parte, Eibar, Granada y Levante, han mostrado más rapidez para encontrar las victorias tras perder que los alaveses y los grancanarios. Los tres situaron su número máximo de partidos consecutivos sin ganar en tres. Todos en dos ocasiones. Nazaríes y groguets en 2022 y curiosamente en las mismas jornadas, novena y decimoquinta. Desde entonces andaluces y valencianos no han tropezado más de una jornada. Lo que explica su meteórica cronoescalada y que añade picante a los amarillos antes de su cita en el Belmonte.