Un mes y medio en picado

Del pleno al quince en las cinco primeras jornadas a ocupar posición de descenso en las siete últimas. Así es la caída en picado del Real Zaragoza en el último mes y medio de competición, la que le ha hecho pasar del liderato a la novena posición, con la lacerante racha de tres derrotas consecutivas en La Romareda, lo que más afecta a la credibilidad de Fran Escribá, obligado a detener cuanto antes este derrumbe por su propia supervivencia en el cargo.

En una clasificación parcial de estas siete últimas jornadas del campeonato, el Zaragoza sería antepenúltimo, con sólo cinco puntos -una única victoria frente a un Andorra con diez, dos empates y hasta cuatro derrotas-, los mismos que el Amorebieta y el Huesca y uno más que el Alcorcón, penúltimo clasificado, pero con un partido menos, el que disputa esta noche frente al colista Cartagena. En el polo opuesto, es decir, liderando esa clasificación parcial, se encuentran el Éibar (19 puntos), el Valladolid (18), el Levante (15), el Sporting (14), el Leganés (13) y el Racing de Santander (11), seis equipos que han aprovechado la caída libre del Zaragoza para ir adelantándolo en la tabla y meterlo en una crisis ciertamente inesperada.

El extravío futbolístico y clasificatorio del Zaragoza se ha hecho especialmente doloroso en La Romareda, donde el equipo aragonés, pese al respaldo masivo del zaragocismo, únicamente ha ganado tres de sus siete partidos, con las apuntadas tres derrotas consecutivas (Mirandés, Alcorcón y Éibar), algo que sólo había sucedido dos veces en estas once temporadas en Segunda División y que tiene un peligrosísimo efecto para cualquier entrenador.

La semana va a ser muy larga para el Zaragoza, porque hay que levantarse de una nueva derrota y no hay partido hasta el próximo lunes en El Plantío, donde la reacción se hace indispensable para no entrar en tiempo de descuento para Escribá.

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