Un aprobado raspado en diciembre

El mes de diciembre se presentaba como una ocasión pintiparada para que el Córdoba diera un salto cualitativo en la clasificación. En la agenda de competición se presentaban tres equipos ubicados en la parte baja de la tabla acompañados de dudas razonables, casos del Leganés, el Eibar y el Mirandés.

Además, había otro componente de carácter externo. En la temporada anterior, disputó cinco encuentros en el mes de diciembre y firmó un esperanzador balance de 10 puntos sobre 15 posibles, encadenando cuatro semanas sin perder que le dieron la opción de finalizar la primera vuelta con 27 puntos. Ahora, con distinta configuración en el calendario, aún quedan seis por disputarse y ya presenta 26.

Sin embargo, el cómputo final de puntos para los blanquiverdes fue escaso para lo que se podía intuir en las previsiones. El equipo de Ania sumó 5 puntos sobre nueve posibles. A su favor podría estar que sólo encajó un gol, si bien en su contra queda que no ha terminado de recuperar la esencia de un fútbol que le hace singular en la categoría de Segunda División.

Es cierto que a esa coyuntura ha colaborado también el tipo de partidos que han desarrollado los rivales del equipo de Ania. El Cádiz, de Gaizka Garitano, sirvió como fuente de inspiración tanto para el Eibar como el Leganés. El 30 de noviembre, el cuadro amarillo ganaba en El Arcángel haciendo un planteamiento en el que esperaba al Córdoba en lo que ahora se denomina por los técnicos como “bloque bajo”. El cuadro blanquiverde no se sintió cómodo en ningún momento y terminó perdiendo por 1-2.

Y ésa fue la línea de juego que emuló el Leganés en la cita de Butarque del 7 de diciembre. El conjunto de Iván Ania se topó con un equipo que estrenaba entrenador 48 horas después de la destitución de Paco López. Igor Oca, su sustituto, no tuvo reparos en situar a su equipo en campo propio y usar el juego directo como opción para intentar pillar al Córdoba. Tuvo alguna ocasión, pero Iker Álvarez estuvo tan concentrado como acertado. Pese a no sentirse cómodo, pudo ganar el Córdoba con un penalti que mandó Jacobo al larguero a cinco minutos para el final de la contienda.

Y otro palo se llevó el Córdoba en la semana siguiente frente al Eibar en El Arcángel. Con el cargo en peligro, Beñat San José fue a limitar daños hasta el punto de que en la estadística armera había cero tiros sobre la portería de Iker Álvarez. Con todo, el Córdoba no probó a Magunagoitia en exceso por mucho que la estadística presentara un 73 por ciento de posesión. Por encontrar coincidencias, Carracedo puso un balón en la madera en la ocasión más clara del Córdoba.

Con dos puntos sobre seis, el equipo de Ania se presentaba en la casa prestada de Mendizorroza para el Mirandés. Jacobo marcó en el primer minuto y Sergi Guardiola en el último, pero no hubo la brillantez de otros tiempos. Eso sí, sirvió para romper una racha que se abrió tras el 2-0 contra el Ceuta el 2 de noviembre. Desde entonces, seis semanas sin ganar y demasiadas lesiones acumuladas que afectaron a la normalidad en el Córdoba. Terminó con un aprobado raspado en diciembre, pero se queda con la calma de estar undécimo y más cerca del play off que del descenso.

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