Turno para Carlos Marín

La alineación del Córdoba frente a la Cultural Leonesa tiene un forzado cambio en su punto de partida. Iker Álvarez, inquilino de la portería en las tres últimas semanas, no estará presente a causa de sus citas internacionales con Andorra ante Letonia y Serbia. Y, por lo tanto, ese turno vuelve a ser para Carlos Marín.

Hasta esta temporada, el almeriense y capitán de la primera plantilla blanquiverde se había convertido en un jugador innegociable para Iván Ania, como antes también sucedió con los anteriores al asturiano, casos de Germán Crespo y Manuel Mosquera. Sin embargo, la llegada de Iker Álvarez propició que hubiera un mayor nivel de exigencia en la demarcación de la portería y, tras la derrota ante el Andorra, el cuerpo técnico abogó por un cambio que se ha saldado con una racha de imbatibilidad del equipo de tres encuentros.

Sin embargo, el rol de internacional de Iker Álvarez y el hecho de que la competición no se pare en la Liga Hypermotion, como sí ocurre en otras “segundas” del fútbol europeo, le dan una nueva oportunidad a Marín, quien había comenzado con su estatus titular disputando los encuentros ante Sporting, Las Palmas, Valladolid, Castellón y Andorra. En total, 450 minutos en los que recibió nueve goles y dejó una portería a cero en el estadio José Zorrilla.

Marín aterrizó en el Córdoba en la temporada 21-22 y no tardó en hacerse puesto en el equipo titular de Germán Crespo en Segunda Federación. Sobre el papel, el almeriense tenía el complicado rol de ser alternativa a Felipe Ramos. Sin embargo, su trabajo le llevó a dar un vuelco a los planes a partir de la undécima jornada cuando el equipo se centró en la Liga tras el exitoso paso por la Copa Federación y la eliminatoria copera ante el Sevilla. Prueba de ello es que disputó 21 de los 34 partidos de Liga.

Y sus maneras le hicieron indiscutible a partir de ese momento. El almeriense fue de los pocos que se salvaron en la temporada 22-23, en la que el Córdoba comenzó enlazando cinco victorias consecutivas y acabó fuera hasta de los puestos de Copa del Rey. Pero fue regular y sólo cedió su puesto para el partido de Copa del Rey ante el Cacereño, en beneficio de Felipe Ramos, y el último de Liga ante el Badajoz, en el que Pablo Picón pudo debutar en partido oficial con la camiseta blanquiverde.

Pero Marín demostró su capacidad y cualidades hasta el punto de que tenía un rol casi innegociable previo a la llegada de Ania, que lo ratificó. Fue el portero de la temporada del ascenso con lances tan espectaculares como salvadores. Lluís Tarrés sólo le sustituyó de manera accidental. Lo mismo que sucedió con Ramón Vila, cedido este curso al Eldense, en la temporada anterior de Segunda División, ya que sólo actuó a causa de una lesión del capitán.

Ahora, a Carlos Marín se le presenta el partido contra la Cultural y Deportiva Leonesa el próximo lunes. Y en su particular de enfrentamientos tiene un saldo muy positivo. En la temporada 22-23, fue titular en los dos compromisos ante el cuadro cazurro y fueron saldados con dos “ceros” en su portería. Buscará lo mismo para garantizar más puntos en el equipo, al tiempo de intentar darle continuidad al turno.

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