Todos quieren a Darder

La frase que mejor resume la situación la pronunció esta misma semana Mohamed El Assy, CEO del Almería: “Todos los clubes de Primera quieren a este futbolista porque es un jugador increíble”. Y, efectivamente, no sólo fue Sergi Darder uno de los destacados de la pasada Liga, sino que el descenso del Espanyol y los asteriscos en su contrato que ello entrañan lo convierten en una de las piezas más apetecibles de este mercado estival. Un agasajo constante en el que tanto valor tienen las grandes ofertas como el sentimiento del capitán perico.

Además del propio Almería, que trata de jugar con la figura de Vicente Moreno, el entrenador que cambió para bien su mentalidad, en el último mes se ha vinculado a Darder con una decena de clubes de primer nivel, desde un Atlético de Madrid del que fue seguidor de pequeño al Olympiacos dirigido ahora por Diego Martínez, pasando por Torino y los españoles Valencia, Celta, Betis o Mallorca, isla natal del centrocampista. Incluso el Barcelona lo llegó a sondear hace unas semanas, en una información que lógicamente suscitó un enorme revuelo por tratarse del eterno rival del Espanyol. Lo último en aparecer ha sido Arabia Saudí.

Pero no todo está perdido en el club perico, que además de no haber recibido ninguna oferta en firme cuenta con varias bazas. La primera, lógicamente, el contrato en vigor del capitán, que en agosto del año pasado renovó hasta 2026. La segunda, que el tiempo le ha sido propicio, pues coincidió el periodo de reflexión que se había tomado Darder durante las vacaciones con una reestructuración profunda del área deportiva sin la cual su continuidad, por mucho que ahora se antoje difícil, sería directamente imposible.

Y, en ese sentido, ni un minuto ha perdido el nuevo director deportivo, Fran Garagarza, que ni esperó al primer entrenamiento grupal, el miércoles por la tarde, para reunirse con el jugador, sino que lo hizo ya un día antes, a pesar de lo cual según Esport3 se inclinaría Darder más por la salida que por quedarse.

El tercer elemento que favorece al Espanyol, en el fondo el más importante teniendo en cuenta que el centrocampista no dejará tirado al club ni aun en caso de marcharse, es que por ahora se mantiene firme en sus exigencias. Aunque hasta el próximo lunes, día 10, cuenta Darder con una condición que le permite irse cedido si un club le abona lo que percibía en Primera (en Segunda, por contrato, la ficha se reduce a la mitad), desde el Stage Front Stadium serían capaces de igualar el derecho de tanteo.

Y no sólo eso, sino que se remite hasta la fecha la dirigencia perica a su cláusula de rescisión, que también ha variado con el descenso, y que se reduce a los diez millones de euros hasta el próximo 31 de julio, aumentando hasta los 15 desde el 1 de agosto. Lejos de los 50, eso sí, que se firmaron hace 11 meses, cuando el contexto deportivo era tan distinto y prometedor. No cabe duda, ni entonces, ni ahora, que Darder es un caso especial, único. Y, si se quedara, también histórico.