Tablas insuficientes en A Malata

El Racing de Ferrol y el Tenerife se marchan con un punto cada uno de A Malata en un partido demasiado táctico y sin mucho fútbol por parte de ambos conjuntos. Un empate insuficiente para los objetivos de los dos equipos, porque los ferrolanos siguen en puestos de descenso y los tinerfeños hundidos en lo más profundo de la tabla. Miedo a perder por parte de los protagonistas, que expusieron poco en un choque que tuvo su mejor momento en el primer cuarto de hora con los goles en dos minutos de diferencia. Mucha táctica, disputas lejos del área, en un partido muy poco vistoso.

Desde los banquillos, Cristóbal Parralo siguió abonado al 4-4-2 que le dio un punto en Burgos, mientras que Pepe Mel, decidió experimentar con un novedoso 5-3-2 agitando la coctelera en busca de puntos. Los ferrolanos fueron los que comenzaron mostrando sus cartas en ataque, por medio de sus centrales, primero Naldo con un cabezazo que se marchó fuera y posteriormente Puric con un remate en el que estuvo atento Salvi para embolsar la pelota. El Tenerife, agazapado en su campo, decidió esperar y sorprender a la contra. Así fue como llegó la apertura de marcador en A Malata, transición lanzada con velocidad acompañada de un pase milimétrico del jovencísimo Aarón Martín, que el cazador Enric Gallego, finalizó en el corazón del área para batir a Jesús Ruiz. Lejos de quedar noqueado, el Racing de Ferrol respondió al instante por medio de Eneko Jauregi, que remató al fondo de la red un centro desde la derecha de Dorrío en la conexión ex Amorebieta de los gallegos. Alto voltaje en tan solo quince minutos con ritmo muy alto en A Malata.

Tras el empate local, el partido bajo en pulsaciones ofensivas. El Tenerife mantuvo su consistencia defensiva alejando tanto a Eneko Jauregi como a Álvaro Giménez de su portería, manteniendo así la solidez en la retaguardia que tanto demanda Pepe Mel en su equipo. El Racing de Ferrol tuvo un mayor protagonismo con el balón, pero no terminó de creerse el empuje que trataba de impregnar la grada, sin ir más allá de alguna aparición por las bandas tanto de Bebé y Dorrío, que no causaron excesivo quebradero de cabeza a los tinerfeños para mantener sellada su portería antes de que el colegiado señalase el camino a vestuarios, en una primera mitad que se fue diluyendo en pulsaciones con el paso de los minutos.

En la segunda parte ambos equipos necesitaban un punto de empuje en unas tablas que no servían a ninguno de los dos. Ambos conjuntos movieron el banquillo, los locales dando entrada a Nacho por Dorrío y los visitantes retirando a un amonestado Medrano al que sustituyó David Rodríguez. Modificaciones que en ninguno de los dos casos consiguieron aportarle el picante necesario al partido en veinte minutos soporíferos y con dosis de conformismo en los dos equipos, sin conseguir pisar área rival. Las defensas se imponían a los ataques en un tramo de partido en el que las disputas estaban centradas en el medio muy lejanas de las porterías.

En los minutos finales, entraron en juego las ansias por ganar de Racing de Ferrol y Tenerife, pero ninguno conseguía generar oportunidades de peligro evidenciando las carencias por las dos partes para poder hacer goles. En los últimos coletazos, los gallegos se quedaron con uno menos por la expulsión de Puric, que alentó a los tinerfeños a lanzarse a por la victoria. Luismi Cruz lo intentó por partida doble, primero con una falta que no vio puerta y un desborde desde la izquierda con un disparo potente que obligó a Jesús Ruiz a lucirse para evitar el tanto. Y así, sin soluciones en ataque para los ferrolanos y el Tenerife con más intenciones a raíz de la expulsión, terminó muriendo el partido con un empate insípido que deja instalados en la zona roja a ambas escuadras.

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