Suso: “Aquí, desde que le des lo más mínimo, la afición responde”

Hace poco más de un año, Suso Santana Abreu (Santa Cruz, 1985) colgaba sorpresivamente las botas. Atrás quedaron más de una década de vida profesional y 337 partidos oficiales con la camiseta del Tenerife, el último ante el Real Oviedo anotando uno de los goles del 2-2 final. Ahora, su día a día transcurre como embajador del club en el año del Centenario y en los banquillos como entrenador del Taco San Luis, el equipo de su barrio.

¿Cómo va la vida fuera de los terrenos de juego?

Estoy contento con mi nueva faceta, disfrutando de la familia, de mi mujer, de mis hijos y estoy encantado, la verdad.

Ya no es necesario madrugar para ir a entrenar y todas esas cosas…

Eso sí, pero hay que levantarse temprano igual para ir al estadio a trabajar, pero el cambio de rutina ha sido bueno porque me he adaptado rápido a no ser futbolista. Ahora tengo más tiempo libre para disfrutar de los niños porque antes no lo tenía.

Entonces, eso del fatídico día después que sufren muchos deportistas no le ha pasado.

La verdad es que no porque tanto mi mujer como mis hijos me lo pusieron muy fácil, además he hecho cosas que no hacía antes así que estoy encantado y muy entretenido… hay ciertos momentos que los echas de menos como los derbis, o los partidos del Playoff, pero en el resto de la temporada he podido ver jugar a mi hijo que antes no había podido o acompañar a mi hija a sus competiciones.

Y viviendo una faceta de entrenador. ¿Se sufre más que como jugador?

La verdad que se sufre muchísimo más porque hay situaciones que no puedes controlar, pero sigo formándome día a día para llegar lo mejor preparado posible al futuro. Estoy encantado porque era algo que me gustaba y ahora tengo que seguir creciendo.

De momento en el Taco San Luis, pero ¿por qué no algún día en el Tenerife?

Estoy allí porque ha sido mi primer club, porque el presidente me lo ha puesto todo muy fácil y los chicos están encantados con que esté allí… Seguiré con ellos un año más ya que esta vez nos quedamos a las puertas de un ascenso que para el barrio y para el club era importante. Lo vamos a volver a intentar. Ya después se verá, mientras tanto me sigo formando y aprendiendo.

Y hablando del Tenerife, trabajando como Embajador en el año del Centenario.

Queremos vivir un buen Centenario porque la gente en el club está trabajando bien. En lo deportivo no ha podido ser al quedarnos otra vez a las puertas del ascenso a Primera División, pero estoy convencido de que el próximo año vamos a volver a intentarlo, con la misma ilusión que este año.

Qué pena porque se repitió la historia de Getafe. Faltó muy poco.

Esta vez era en casa, lo tenías todo, pero no pudo ser. El fútbol es así y tiene estas cosas. Ahora hay que seguir, que los chicos vengan de vacaciones con las pilas cargadas para una temporada ilusionante.

Lo que sí se recuperó fue esa simbiosis con la afición.

Después de esos años de COVID-19 donde no podía entrar nadie, este año al principio estaba costando que viniera la gente, pero poco a poco se fueron enganchando y el equipo iba respondiendo y ya se sabe cómo es la gente aquí: desde que le des lo más mínimo, la afición responde y así ha sido.

¿En esos momentos es cuando uno quiere volver a ser futbolista?

Sobre todo en el partido de Girona, porque fue en casa y lo tenías de cara, pero al final no pudo ser. Te quedas dolido por la gente, por el club porque era un año bonito para ascender, pero si algo nos caracteriza es que el próximo año lo vamos a intentar.

Hace unos días renovaban Carlos Ruiz y Aitor Sanz, compañeros, amigos y ejemplos a seguir…

Son ejemplo, pero no de capitanes, sino de personas, de gente que está ayudando en todo momento, más lo que aporten en el vestuario, por como entrenan porque a pesar de la edad trabajan como el que más…