Se buscan 21 goles de mercado

El Leganés afronta el presente mercado estival con el complejo reto de sustituir a golpe de fichaje todos los goles que se le han marchado con el final de la pasada temporada. Las despedidas de Jose Arnaiz a Osasuna (nueve goles), Juan Muñoz al Zaglevie Lubin de la primera polaca (siete), Karrikaburu de vuelta a la Real Sociedad (tres goles) y Qasmi, por ahora sin equipo (dos goles hizo el curso pasado) suponen un vacío de 21 tantos que representan, además, el 57% de los 37 que hizo el equipo en el global de toda la campaña.

Dicho con otras palabras, más allá de los cuatro delanteros que se han despedido de Butarque, sólo ocho jugadores más vieron puerta la pasada temporada. A saber, Raba y Cissé (cuatro dianas cada uno), Naím (dos tantos) y Rubén Pardo, Fede Vico, Nyom, Omeruo, Sergio y Miramón, con una diana.

El reparto colectivo del gol fue una de las asignaturas pendientes de un equipo que amasó la puntería en un puñado de futbolistas. Tampoco es que los blanquiazules tuvieran guarismos excelsos. Desde el retorno a Segunda de 2020, fue la campaña con menos tino. Los dos cursos anteriores se saldaron con 51 tantos a favor en el torneo de la regularidad.

Karrikaburu y más pólvora

Sucede que por ahora el Leganés ha centrado la mayor parte de sus esfuerzos durante mercado en blindar la retaguardia y atar recambios ante posibles movimientos de salida, como las potenciales marchas de Kenneth Omeruo o Dani Jiménez con los fichajes de Arambarri y Diego Conde.

Darío Poveda es el único refuerzo de ataque que ha cerrado el Leganés en este verano (cinco dianas la temporada pasada entre Ibiza -2- y Cartagena -3-) en el que también incorpora como ‘cara nueva’ a Diego García. El canterano retorna tras una cesión al Fuenlabrada en la que hizo 15 goles en Primera RFEF, aunque no está claro aún que se vaya a quedar en Leganés para el inicio de curso.

Sucede que es público y notorio que uno de los grandes objetivos prioritarios de la dirección deportiva este verano es la vuelta de Jon Karrikaburu, movimiento para el que están poniendo altas dosis de esfuerzos para convencer al muchacho, a su entorno y a la Real, aunque el paso de su salida apunta a que todavía necesitará de tiempo hasta que los Txuri-urdin le den luz verde de salida… y sin saber si su destino será Primera o Segunda División.

Entre tanto, el club ha recuperado otros atacantes, pero con la duda de nuevo de saber qué será de ellos. Casos de Javi Avilés (un gol en su etapa en el Lugo), Naim (un gol en la Ponferradina) o Manu Garrido (a cero con el Celta B).