Sandro y Andone, mitad y mitad
En ausencia de Marc Cardona, el canario y el rumano se repartieron los minutos a partes iguales en el doble desplazamiento a Lugo y Ponferrada.
La U.D. Las Palmas comenzaba la temporada con el recuerdo de una punta de ataque que la campaña anterior no llegó a romper. Así pues, con la revancha de superar esa muesca, la comisión deportiva del club se puso manos a la obra desde el comienzo del mercado veraniego.
De esta forma llegaría primero Marc Cardona, posteriormente Sandro Ramírez en una operación que se alargó durante casi todo el periodo estival debido a unas complicadas negociaciones y por último, Florin Andone quien obtuvo antes del cierre del mercado la carta de libertad de Brighton inglés.
Cardona arrojó luz pronto calmando las aguas que bajaban inquietas del curso anterior. Y lo hizo en la segunda jornada liguera. Un gol de bella factura ante el Málaga daría el pistoletazo a los tres siguientes tantos que anotó. Doblete ante el Andorra y el tanto que supuso el empate en Mendizorroza, clave para ostentar el liderato a estas alturas de la competición.
El catalán llegó a encabezar momentáneamente la tabla de goleadores de Segunda junto a Uzuni, pero además colmabaal técnico amarillo. “Hizo un trabajo fundamental para el equipo, picando muchísimo al espacio, separando al equipo contrario para que los interiores pudieran recibir entrelíneas”, comentaba García Pimienta a la conclusión del partido ante el Málaga.
Sin embargo, el delantero titular amarillo en el comienzo liguero se rompió en el minuto 30 en Anduva. Y después se abrió un abismo. Y es que tanto Andone se encontraba lesionado y Sandro, quien sustituyó a Marc Cardona, estaba en proceso de recuperación y se buscaba una reincorporación más progresiva. No en vano, volvería al banquillo con algunas molestias en el minuto 60 del mismo encuentro. Aún con esta restricción temporal le dio tiempo para hacer un golazo.
Para el siguiente encuentro el horizonte no parecía muy abierto con Andone convocado pero entre algodones y Sandro disponible pero sin grandes dispendios físicos. Esta situación obligó a una solución de emergencia ante el Ibiza, Pejiño. El técnico rebuscó y encontró un conejo de la chistera como haría la pasada campaña con Robe o Maikel Mesa cuando buscaba diferentes perfiles para la delantera. El gaditano cumplió pero durante la segunda parte entraría Sandro en busca de dar mayor presencia a la punta del ataque en un partido empatado y amordazado por los baleares.
Así pues se llegaba a Lugo con Marc Cardona en el dique seco y con los Sandro y Andone disponibles a tiempo parcial. Por lo que el cuerpo técnico tomó la salomónica decisión de dar minutos a ambos pero con contención. Andone haría la primera parte y Sandro la segunda. Como si de una metáfora de quien se encuentra más avanzado en su recuperación se tratara.
A la finalización del partido en el Anxo Carro, García Pimienta comentaba del rumano que “viene de estar parado tres semanas por una pequeña lesión y una pretemporada un poco rara en Inglaterra. Creo que ha aportado mucho en un momento complicado al principio del partido cuando los dos equipos estaban frescos”. Una especie de radiografía del proceso que vivió Sandro.
Ante la Ponfe el técnico barcelonés tomó la misma decisión de dividir mitad y mitad los minutos que disputarían ambos jugadores. Y le salió bien la jugada, el rumano marcaría en la primera parte y Sandro cimentó un liderazgo ofensivo en ausencia de Viera. Aunque le faltó anotar, el técnico es paciente y opina que “a la que meta uno, no va a parar. No me cabe ninguna duda, no hemos necesitado de sus goles, pero tenemos confianza máxima”. Y es que Sandro en todos los partidos que ha jugado o ha anotado o ha pasado rozando el tanto.
Parece claro que el trío de delanteros que ha firmado Las Palmas ofrece a estas alturas de campeonato más fiabilidad que el del año pasado. Y el técnico se alegra. “Estoy contento porque van sumando minutos. Y la idea es que poco a poco, en función de cada partido, del rendimiento de cada jugador, vayan jugando y ya veremos. Y si son 45 minutos, son 60 o es un partido entero”.