Ronaldo cumple cinco años de presidente con el equipo en descenso

Fue un 3 de septiembre de 2018 cuando Ronaldo Nazário aparecía en el ayuntamiento de Valladolid acompañado de Carlos Suárez y Óscar Puente, por aquel entonces presidente del club y alcalde, respectivamente. Y lo hacía con la promesa de trabajar por la entidad afirmando que “si me compro un club no es para irme de vacaciones”. Tras comprar el 51% del club por alrededor de 25 millones, el brasileño asumía los deberes que le dejaba el concurso de acreedores con alrededor de otros 25 millones a pagar en plazos estipulados, principalmente con la Seguridad Social y con Hacienda. El club estaba, prácticamente, saneado y recién ascendido a Primera.

Cinco años después, Suárez, que fue presidente de honor, ya no sigue en el club, y la relación con el exalcalde no es la mejor tras acusarle de no haber hecho “nada” por el Real Valladolid. La realidad del club, hoy por hoy, es que suma su segundo descenso desde que es dueño de la entidad y se encuentra al borde del abismo de Primera RFEF. Con un apoyo social nunca visto en Segunda, pese a las críticas, pero unos problemas deportivos evidentes y que tienen difícil solución. Si en abril, justo antes de la visita al Bernabéu, se hablaba del mejor momento de Ronaldo en Valladolid, en sólo cinco meses ha pasado a ser el peor y, a pesar de ello, el pasado 11 de agosto aseguró que volvería a comprar el club.

Y es que las obras de ampliación de la ciudad deportiva tampoco han comenzado. El cambio en el gobierno municipal hace que el Ayuntamiento, en cumplimiento de lo que prometió en campaña, tenga que variar el contrato para la concesión de los terrenos y del estadio, dado que para que la reforma de Zorrilla sea costeada por los ciudadanos y empresas privadas, no por el propio club. Las obras que deberían haber empezado ya hace varios meses siguen sin comenzar y la nueva fecha estimada es finales de año.

Ronaldo Nazário, por tanto, vive un momento malo con el Real Valladolid, atosigado casi siempre por los rumores de una inminente venta y criticado por el mal momento deportivo del equipo y por el escaso gasto en el mercado (vendió por alrededor de 32 millones y se gastó cinco). Hace cuatro años predijo en As que el equipo podría aspirar a Champions, pero hoy los blanquivioletas están en la zona baja de Segunda con una plantilla corta y desequilibrada que no predice demasiadas alegrías.