Roger Brugué firma el pase a la final del playoff

Roger Brugué vale un puesto en la final del playoff de ascenso a Primera División. El Levante venció y convenció frente al Albacete en la vuelta en el Ciutat de València tras encarrilar la eliminatoria en la ida y no dio opción a los de Rubén Albés, que ponen fin al sueño de su regreso a la máxima categoría del fútbol español 20 años después. Brugué, que regresó al equipo hace menos de un mes, tras pasar por quirófano en enero y perderse el tramo crucial de la temporada, ha contagiado al grupo de un hambre voraz para soñar con el objetivo. Desde su regreso, y no es casualidad, el Levante suma todos sus partidos por victorias. Cuatro de cuatro desde el regreso de Brugui, que le han bastado 23 partidos con la camiseta levantinista para meterse a la afición en el bolsillo.

El Levante arrancó con una clara declaración de intenciones: iba a por el partido desde el inicio. Arropado por el calor de la grada, con el Ciutat de València hasta la bandera, los de Javi Calleja salieron a no especular y tratar de convencer a su parroquia para lo que está por venir sin titubeos ante un Albacete que venía a jugarse el todo por el todo a Orriols. ‘Que sí, joder, que vamos a ascender’ coreaba la numerosa afición granota.

El dominio del arranque de los locales fue absoluto pero con el paso de los minutos el Albacete comenzó a soltarse sobre el césped del Ciutat, alentados por los más de 400 aficionados desplazados al feudo granota. De hecho, el Levante aprovechó ese paso adelante de los de Albés para hacer sangre. El pingüino Dubasin estuvo cerca de marcar pero fue el Levante el que aprovechó la contra para hacer el primero del partido y complicar aún más la eliminatoria con una galopada de De Frutos que culminó Roger Brugué con maestría ante la salida en falso de Bernabé.

Pese a ello, el Albacete no bajaba los brazos y trataba de meter el susto en el cuerpo en cada acercamiento, pese a que Femenías, a gran nivel desde su irrupción en el equipo, no pasó demasiados apuros. Escriche trató de dar el susto nada más sacar de centro y Manu Fuster se sumó a las intentonas de lejos, lo cierto es que el Albacete necesitaba más del valenciano, que daba sentido y criterio al juego cada vez que se hacía con el balón en tres cuartos.

Pero Brugué, todo corazón, estaba empeñado en ser el héroe del partido. El menudo atacante granota se peleó entre gigantes para sacar petróleo de la nada, tras una jugada en la que Bernabé rifó el balón ante la presión de De Frutos y Brugui, arrebató el balón en la pugna a Boyomo y marcó a de nuevo anticipándose a la salida del guardameta manchego para cerrar de forma inmejorable para los granotas el primer tiempo. Solo el susto de Bouldini, que se quejaba del tobillo por una acción con Djetei en la última jugada, empanó el primer tiempo.

Tras el paso por vestuarios, ambos técnicos agitaron el árbol. Calleja por obligación, dando entrada a Vezo por Róber Pier en el centro de la zaga. A buen seguro estos minutos le vendrán de perlas al portugués para sumarse a la causa. Mientras que Albés hizo un triple cambio con un marcado carácter ofensivo para tratar de alborotar al menos el partido.

El que de alborotar, valga la redundancia, sabe un rato es Wesley Moraes. El brasileño, que se perdió la ida por una enfermedad que le hizo causar baja de última hora, es de esos jugadores que rompe los partidos solo con su presencia física.

Pero los que empezaron a tenerlas fueron Álvaro Rodríguez y Fuster, probablemente los dos jugadores más destacados en clave manchega de la eliminatoria. Otro de los nombres propios es Roger Brugué, que se marchó con una cerrada ovación del estadio. Desde su vuelta, el equipo suma todos sus partidos por victorias. Cuatro de cuatro con el catalán sobre el campo.

Más por orgullo, el Albacete seguía insistiendo y Bolivar, ingresado en el tramo final, tuvo dos ocasiones para recortar distancias y dar una pequeña alegría a los cientos de aficionados manchegos desplazados, pero Femenías y la fortuna negaban ese pequeño dulce en un momento de amargor. El gusto se lo dio Soldado, aprovechando sus minutos para sentenciar todavía más el partido. El veterano ariete no marcaba desde noviembre.