Riazor defiende status frente al Valladolid

La última jornada no fue precisamente feliz para Deportivo y Valladolid. Los pucelanos cayeron en casa ante el Sporting (2-3), mientras que los coruñeses lo hicieron en Santander (2-1) después de adelantarse en el marcador. La derrota en El Sardinero fue la segunda consecutiva a domicilio para los de Hidalgo, que intentarán levantar el vuelo en su regreso a Riazor. Aunque sólo van diez jornadas de Liga, los coruñeses son el único equipo de los primeros clasificados que todavía no han hincado la rodilla en casa. Un dato más que curioso en esta igualada Liga Hypermotion, ya que los otros dos invictos como locales son el Eibar y la Real Sociedad B, dos conjuntos alejados de la parte alta.

Además del presente, los coruñeses también se quieren agarrar a la historia. Ésta indica que el Deportivo no ha perdido nunca en Riazor ante el Valladolid en Segunda División, con 15 enfrentamientos de los que once terminaron con victoria local. Claro que los de Pucela miran a los seis últimos partidos entre ambos, tanto en A Coruña como en Zorrilla, y ahí salen mucho mejor parados: invictos con tres triunfos y tres empates. Un aviso para los de Hidalgo, cuyo principal objetivo es poner fin a un mes sin victorias. Cuatro jornadas en las que han sido el peor equipo de la categoría después de ser el mejor y líder en las seis primeras. Todo un contraste (sigue el partido de hoy en directo en As.com).

El bache deportista ha afectado tanto a su rendimiento defensivo como a su producción ofensiva. En este último en ese sentido, el Deportivo no ha perdido su capacidad de generar ocasiones, pero necesita volver a la eficacia del primer tramo de Liga. Algo más complejo es recuperar la solidez, con los dos laterales como principal vía de agua tras las largas lesiones que le esperan a Ximo Navarro y Escudero, titulares en el carril derecho e izquierdo respectivamente. Con Quagliata recuperado, la duda está en la otra banda, con Noubi como principal candidato. Otra decisión para Hidalgo es si sigue con sus cuatro fantásticos (Yeremay, Mella, Soriano y Luismi) o bien sienta alguno para fortalecer su centro del campo. La última incóginta será la misma de todos los fines de semana en la delantera: Mulattieri o Zakaria Eddahchouri.

El Real Valladolid, por su parte, viaja a Riazor con la intención de enderezar el rumbo en la clasificación. No en vano, el equipo de Almada sólo ha ganado uno de los últimos cinco encuentros y las alarmas están a punto de saltar. Los pucelanos han merecido más suerte en algunos de los últimos encuentros, donde han dominado y tenido más ocasiones que sus rivales, pero la falta de acierto, de efectividad, está lastrando al conjunto blanquivioleta que es el tercero que más tira, pero no es de los más goleadores. Si arriba falla la puntería, en la defensa los errores se están pagando carísimos. Además, el equipo pucelano ya no roba en situaciones de salida rival como en las primeras jornadas, lo que le dificulta mucho la generación de oportunidades claras. Ahora tiene más el balón, más posesión, pero poca generación de fútbol.

De cara al partido ante el Depor, en el Real Valladolid se muestra mucho respeto por un equipo con jugadores de mucha calidad, sobre todo, de medio campo hacia arriba, por lo que no cometer errores es la principal consigna del míster uruguayo que necesita un buen resultado para refrendar el trabajo. Volverá a Alejo al lateral derecho en detrimento de Trilli y no se esperan muchos más cambios porque Almada no es demasiado amigo de ello, aunque podría plantearse la opción de jugar con dos delanteros, formación con la que ensayó en pretemporada y luego desestimó, con el fin de doblar sus opciones de remate.

El partido, más allá de su importancia clasificatoria, también aporta ciertas aristas de morbo. Una de ellas es el regreso de Guille Bueno y Trilli a Riazor. Ambos conquistaron con el juvenil del Deportivo la Copa de Campeones en 2021 para poco después abandonar el club con polémica, aunque en diferentes grados. Hoy regresan a la que fue su casa como laterales de un Valladolid que los ha vuelto a reunir. El otro reencuentro iba a ser el de Escudero con el equipo de su tierra, pero una inoportuna lesión aparta al pucelano del encuentro. Por último, el nombre propio en el palco será el de Yeremay. Tras el cierre de mercado Víctor Orta, director deportivo blanquivioleta, aseguró que el canario ganaba cinco millones de euros. La respuesta de Massimo Benassi, consejero delegado deportivista, en AS fue contundente: “Víctor Orta miente”.

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