Reformas Manolo González

Al volante del Espanyol, con sentido común y pasión, lleva apenas diez días un Manolo González que debutó el pasado domingo con una victoria emocional y necesaria ante el Real Zaragoza (0-1). Un paso más dará este sábado por la noche el nuevo entrenador perico, que se estrenará en el banquillo de Cornellà-El Prat, en la segunda de sus 12 finales para regresar a Primera, ante un Tenerife que con la primavera recién estrenada ya apura su último cartucho para meterse en la promoción.

Si gana, descansará en ascenso directo el bus de Manolo, una ‘guagua’ en este caso tratándose de un rival canario, que sin embargo se ha topado con algunos baches antes de recalar en la estación de Cornellà. Pierde el técnico del Espanyol a cuatro de los jugadores que fueron titulares en La Romareda, tan importantes como un Braithwaite que es ‘pichichi’ de Segunda con 18 goles, un Brian Oliván que dio la asistencia a Puado en el gol del triunfo frente a los blanquillos, un Keidi Bare que dotó de equilibrio a la formación y un Rubén Sánchez que se desplegó como carrilero. Y siguen sin estar Pacheco ni Salvi. Y aun suerte de que el club negoció con Marruecos que Omar El Hilali no acudiera finalmente a la Sub-21.

En una propuesta mucho más ambiciosa que la de su predecesor, y más en casa, seguramente opte Manolo González por la entrada de Jofre Carreras en uno de los flancos, de Pol Lozano en la medular y de Pere Milla en la delantera. Ian Forns parecía destinado a la izquierda, pero en el último entrenamiento previo se retiró nada más vestirse de corto, en el enésimo contratiempo. Melamed puede dar el paso a la titularidad o reactivarse como revulsivo. Y, por supuesto, seguirá en la portería Joan García, que sólo ha recibido un gol en las tres jornadas que ha disputado.

El objetivo perico, lógicamente, pasa por refrendar el triunfo contra el Zaragoza ahora en Cornellà, donde el Espanyol sí ha ido cumpliendo, con cinco victorias y cuatro empates desde su única derrota, el pasado 20 de octubre frente al Leganés (0-1), lo que le ha salvado del descalabro.

Con un fino hilo se esperanza afronta el Tenerife este tramo de competición para tratar de cazar el playoff. Las salidas ante Espanyol y Real Zaragoza y la visita del Éibar asoman en su horizonte como la última oportunidad de seguir soñando con algo que el entorno da casi por perdido. Las matemáticas todavía permiten alcanzar la sexta plaza, pero las sensaciones no tanto.

Para la primera de estas finales, los blanquiazules llegan a la cita con la loza de no haber ganado nunca en Barcelona, por lo que todo se hace más difícil. Tras una pequeña reacción a inicios de mes, la derrota en Santander y el pasado empate con el Huesca devolvieron a todos a la cruda realidad.

Garitano recupera a Luismi Cruz, su hombre más en forma, tras cumplir sanción. El resto del once parece que no tendrá demasiadas novedades. Solo falta que los Waldo Rubio, Enric Gallego o Roberto López vayan recuperando el tono que tuvieron a comienzo de temporada y que permitió soñar a sus seguidores.

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