Raúl Sanllehí, víctima del fracaso deportivo del Real Zaragoza

El fracaso sin paliativos de la temporada del Real Zaragoza, con hasta tres entrenadores (Fran Escribá, Julio Velázquez y Víctor Fernández) y una salvación matemática plena de sufrimiento y que se prolongó hasta la penúltima jornada, se ha cobrado la cabeza de Raúl Sanllehí, el hasta ayer director general y hombre de la máxima confianza desde el primer momento del grupo inversor que lidera desde el 22 de mayo de 2022 la primera sociedad anónima deportiva aragonesa. Sanllehí, un ejecutivo con casi tres décadas de experiencia en el fútbol profesional (FC Barcelona y Arsenal), tenía un año más de contrato, pero el desgaste en el cargo ha sido tan enorme durante esta campaña que, de común acuerdo con el consejo de administración, la relación ha desembocado en una resolución amistosa de la vinculación contractual.

“Estoy exhausto y desgastado, y aunque, no creo ser el problema, sí sé que no quiero serlo. Creo que es el momento adecuado de concluir mi etapa”, señaló ayer Sanllehí en su carta abierta de despedida a la afición.

Lo cierto es que el Real Zaragoza ya vivió un ejercicio 2022-23 muy convulso, con cambio de entrenador (Fran Escribá por Juan Carlos Carcedo) y de director deportivo (Juan Carlos Cordero por Miguel Torrecilla), pero el rotundo fiasco de esta temporada se ha llevado por delante a Sanllehí y obliga al grupo inversor a contratar un nuevo director general para pilotar el proyecto de la próxima campaña, donde se mantendrá como director deportivo Juan Carlos Cordero, con contrato en vigor y ratificado en su puesto la semana pasada por la propiedad, tal y como contó AS este domingo.

“En los próximos días, el Real Zaragoza anunciará la estructura organizativa que asumirá las funciones desempeñadas por Raúl Sanllehí, con el objetivo de asegurar una transición ordenada y continuar con el trabajo iniciado”, explicaba ayer el comunicado del club aragonés.

El grupo que ostenta el 97,5% del accionariado del Real Zaragoza ha invertido en estos dos ejercicios algo más de 50 millones de euros, entre la compra de las acciones y varias ampliaciones de capital que han reducido ostensiblemente la deuda, además de estar inmerso en el proyecto de la Nueva Romareda, dentro de una sociedad mixta público-privada, pero esta relevante inversión no ha tenido equivalencia en la parcela deportiva, con dos sonoros fracasos, especialmente el de esta temporada, lo que le ha costado el cargo a Sanllehí.

Después de once campañas consecutivas en Segunda División, el ascenso es el único e inaplazable objetivo para una entidad con casi 29.000 abonados y nueve títulos en sus vitrinas. Y a ese reto se va a enfrentar ahora el relevo de Raúl Sanllehí.

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