Raúl Moro se carga de razones para ser fundamental

Raúl Moro, jugador del Real Valladolid, revive y se carga de razones. No es titular desde el 21 de diciembre de 2023. En el último partido del año pasado, el que cerraba la primera vuelta frente al Racing de Ferrol en Zorrilla, el barcelonés formó parte del once inicial, pero sólo pudo jugar 40 minutos, hasta que se lesionó. Las largas vacaciones, con Copa del Rey por el medio, permitieron que el extremo sólo se perdiera un partido, el primero de la segunda vuelta frente al Burgos y ya estuviera a disposición del técnico frente al Elche, el 21 de enero, cuando jugó siete minutos. Desde entonces, el extremo sólo ha vuelto a jugar en cinco partidos, nunca de titular, entre otras cosas porque se volvió a lesionar.

De esta manera, el extremo procedente del Lazio disputó 30 minutos ante el Racing, 26 en Leganés, 25 ante el Albacete el 12 de febrero, cuando volvió a tener problemas musculares que le obligaron a perderse los encuentros en Gijón, ante el Oviedo, en Andorra, ante el Zaragoza y en Ferrol. Volvió el 24 de marzo ante el Eibar, jugando nueve minutos, en lo que parecía el regreso de un futbolista fundamental y, sin embargo, el barcelonés chupó banquillo en los duelos ante el Levante y Cartagena, hasta que entró frente al Eldense, en el minuto 28, por la lesión de Biuk siendo de los mejores blanquivioleta del partido.

Su explosividad y calidad le vienen siempre bien al equipo y con sus 23 apariciones ha conquistado a la parroquia pucelana, pero sus problemas de lesiones musculares no le dejan brillar del todo. Pezzolano, técnico del Real Valladolid, ha aludido algunas veces a la necesidad de cuidar al futbolista por su fragilidad, aunque la relación entre ambos, entrenador y jugador, tampoco es la mejor.

Sin embargo, dado el buen rendimiento de Moro y las necesidades que tiene el equipo por los jugadores que ahora están en la enfermería, el extremo debería contar con más minutos. En 23 partidos ha dado tres asistencias y regateado 39 veces, pero no ha conseguido marcar, su gran déficit. Ante el Eldense creó mucha inquietud en la defensa contraria, dato subjetivo, apoyado en los datos, intentó cinco regates y logró hacer cuatro, amén de tener tres ocasiones, una de ellas muy clara que despejaron, al alimón, un central y el portero gallego del Eldense, Mackay.

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