Ramírez aclara: “Le quitamos la ficha a Kaba porque nos lo pidió su representante”
El presidente de Las Palmas reconoce que ayer pudo salir cedido a equipos de Segunda. “No queríamos reforzar a nuestros rivales”, dice.
Ayer, en el tradicionalmente agónico último día del mercado estival de fichajes, Las Palmas lo tenía casi todo controlado. Más allá de las oportunidades nada desdeñables de última en materia de entradas y salidas, el club apenas tenía dos frentes abiertos: Mika Mármol y Sory Kaba. No hubo novedad en el frente.
El primero se queda, en principio, toda la temporada. El segundo prolonga todavía su agonía como futbolista del club. Resulta que el delantero africano, quien firmara hace dos temporadas con Las Palmas, sigue en el club en contra de su voluntad y de la propia entidad, que se supone que ayer tuvo varias opciones sobre la mesa para darle salida. “Teníamos posibilidad de sacarlo ayer a equipos de Segunda División pero no queremos reforzar a ningún rival”, dijo este mediodía Miguel Ángel Ramírez, máximo accionista y presidente de Las Palmas, acerca de un delantero que, en las dos últimas temporadas, apenas ha firmado cinco goles.
Insistió Ramírez hoy en UD Radio en que la salida de Kaba estaba pactada desde hace semanas. “Teníamos fichado al nuevo delantero (Milos Lukovic), y ese jugador iba a venir con ficha del filial, pero como se nos quedaba la ficha de Sory Kaba libre y no teníamos intención de fichar a nadie más, decidimos que su ficha la cogiera el nuevo futbolista”, narraba el máximo ejecutivo de la entidad grancanaria, que además aclaró: “Le quitamos la ficha a petición de su representante”. Asimismo, sentenciaba: “Tenía contrato con la UD Las Palmas y de hecho, el número diez asignado. Firmamos toda la documentación para cederlo al mercado ruso y por un tema personal de Sory Kaba no pudo ser”. Admeás, sentenciaba: “Va a poder irse a otros mercados que cierran el día ocho”.
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De no mediar esa cacareada salida a otras ligas, Las Palmas se podría enfrentar a un problema grave si Kaba decide denunciar al club ante la AFE. Al ser un futbolista todavía de pleno derecho del club, este tiene la obligación de darle una ficha federativa que, de momento, no posee. De momento, la denuncia no se ha producido. Subyace, pues, un pacto de no agresión entre ambas partes, práctica habitual reconocida a este medio por un conocedor de primera mano de este tipo de operaciones.
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