Rafita, una aparición divina en el Málaga
El joven lateral derriba la puerta del primer equipo con esa actuación estelar ante Yeremay y el Dépor. Una historia curiosa su crecimiento.
El Málaga CF vuelve a demostrar que su cantera es una fuente inagotable de talento. Cada temporada surgen nombres que revitalizan la ilusión de la afición, o en coyunturas muy especiales donde no queda otro remedio que pescar en La Academia. Antes debutó Ángel Recio esta temporada y ahora lo hace Rafita, un nombre que retumba en los últimos días. El joven lateral derecho, formado en las categorías inferiores del club, ha dado un paso al frente y se ha ganado la confianza de Sergio Pellicer, debutando como titular en LaLiga Hypermotion con una madurez impropia de su edad.
Su estreno como titularidad (debutó unos minutos ante el Racing) llegó en un escenario exigente, nada menos que ante el Deportivo de La Coruña, líder de la categoría hasta la pasada jornada, pero será difícil desbancar al equipo de Antonio Hidalgo de esa parte alta. Pellicer le encomendó una tarea de enorme dificultad: frenar a Yeremay, el futbolista más desequilibrante del conjunto gallego, al que el propio técnico definió como “el mejor jugador de la liga”. Rafita respondió con valentía y rigor táctico. Supo medir los tiempos, anticiparse y evitar que el talentoso atacante encontrara espacios. Su actuación fue una muestra de carácter, disciplina y solidez defensiva, lo que le valió el reconocimiento del cuerpo técnico y de la grada. Y en un contexto crítico tras esas cuatro derrotas, el runrún sobre Pellicer y una titularidad con sus riesgos.
A sus 20 años, Rafita ha completado un recorrido paciente y ejemplar dentro del fútbol base malagueño. Antes de llegar a las filas del Atlético Malagueño, donde cumple su tercera temporada, se formó en varios clubes de la provincia. Dio sus primeros pasos en el Puerto Malagueño, con el que disputó las categorías cadetes, logrando un ascenso y consolidándose como un jugador de gran proyección. Más tarde se incorporó a la Escuela de Fútbol Francisco Castejón en su Vélez natal, donde firmó números sobresalientes: 24 goles en 27 partidos durante su primer año de juvenil, una cifra extraordinaria para un jugador de banda.
Su capacidad ofensiva no es casualidad. Rafita comenzó su carrera actuando como extremo, y esa vocación atacante aún se refleja en su manera de interpretar el lateral. Es un defensor con alma de delantero: rápido, con gran zancada, agresivo en la presión y con recursos para sumarse al ataque. Puede jugar por ambos costados y adaptarse incluso a posiciones más adelantadas, una versatilidad que valora especialmente el cuerpo técnico del filial, encabezado por Funes y Bravo, quienes lo consideran una pieza esencial en su esquema. El fútbol también le viene de familia. Su padre, Rafa Garrido, fue jugador en clubes de la provincia como el Torre del Mar o el Vélez, y ha sido un ejemplo constante en la formación de su hijo. Ese legado, unido a su ética de trabajo, ha sido clave para que Rafita haya alcanzado el nivel actual.
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Su irrupción con el primer equipo llega en un momento oportuno, aprovechando las bajas de Carlos Puga y el irregular rendimiento de Gabilondo, ahora lesionado y que estará varias semanas fuera. Aunque su papel futuro dependerá del regreso de jugadores sancionados o lesionados, su rendimiento ha abierto una puerta que puede mantenerse abierta. Pellicer ya sabe que puede confiar en él cuando el equipo lo necesite. Rafita representa otro soplo de aire fresco. Su historia resume el modelo, ese término que le encanta verbalizar al director deportivo Loren Juarros. Rafita es el canterano número 22 que ha hecho debutar Sergio Pellicer.
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