Queipo le da un respiro a Ramírez

Dani Queipo fue el autor del gol del triunfo en el debut de liguero de Miguel Ángel Ramírez en el banquillo del Sporting hace poco más de un mes. Y Dani Queipo le ha vuelto a dar la victoria al equipo que dirige el técnico canario, todo un respiro para el conjunto rojiblanco que ve alejarse, al menos de momento, las posiciones de peligro en la clasificación.

El Molinón no fue esta vez talismán para el Tenerife. El equipo de Ramis fue mejor que el Sporting la mayor parte del encuentro, pero no fue capaz de convertir en algún gol su dominio en la primera parte y en el cuarto de hora final. Pudo empatar, sin embargo, pero el palo repelió el disparo de Iván Romero cuando el encuentro entraba en el tiempo añadido.

Poco hubo que contar en la primera parte. Los porteros apenas tuvieron que intervenir. El Tenerife dio la sensación de llevar más controlado el partido pero sin crear peligro, aunque consiguió algo: arrancar los pitos de la afición local a su equipo. Queda dicho todo.

En ocasiones en ese período, poco que contar también. Al minuto de juego, una falta directa que Nacho obligó a Cuéllar a desviar el balón a córner fue el único tiro a puerta de un Tenerife que pidió airadamente penalti en el minuto 42 por una caída de Buñuel en el forcejeo con Queipo. El equipo de Ramis tuvo alguna llegada que pudo aprovechar pero no lo consiguió.

En el Sporting, por su parte, un disparo alto de Otero y un remate de cabeza del colombiano que se marchó fuera. El conjunto de Ramírez lanzó su primer córner a la media hora de juego.

Pero el panorama cambió al inicio de la segunda mitad. El paso por el vestuario espoleó a los locales que salieron dispuestos a buscar la portería de Juan Soriano y la encontraron inmediatamente en una acción individual de Dani Queipo que acabó cruzando el balón con un disparo lejos del alcance del meta tinerfeñista. El canterano tuvo también la mejor ocasión rojiblanca minutos más tarde, pero su disparo se estrelló en el lateral de la red.

Antes, Álex Corredera resolvió con un disparo muy alto la mejor oportunidad visitante con cuatro atacantes para tres defensas locales. El arreón final del Tenerife, con el Sporting muy replegado, apenas tuvo ocasiones más que el tiro al palo de Romero. Ahí se acabaron las esperanzas del equipo de Ramis para alegría de un Sporting que respira tranquilo esta semana.