Pezzolano empieza a esbozar un primer once
El técnico del Real Valladolid alineó de inicio en Miranda un equipo con tintes de titular mientras no lleguen más refuerzos.
Es una evidencia innegable que al Real Valladolid le faltan unos cuantos ajustes para terminar de ser lo que seguramente deba, un aspirante al ascenso a Primera División, en tanto en cuanto proviene de la máxima categoría. Sin embargo, mientras no llegan los ansiados refuerzos, Paulo Pezzolano está obligado a trabajar con lo que tiene mirando el debut liguero que tendrá ocasión el día 11 en el José Zorrilla ante el Real Sporting. Y, visto el equipo que sacó de inicio este sábado frente al Mirandés, con el que además dio continuidad a parte de los jugadores que fueron titulares ante el Rayo Majadahonda, la sensación es que está en ello.
El técnico charrúa ha empezado a esbozar un once con múltiples condicionantes, como las bajas que tiene de jugadores lesionados, como son los casos de Javi Sánchez, en fuera de juego hasta el próximo mes de septiembre, o de Kike Pérez, entre algodones desde el inicio de la pretemporada y opositor a formar parte de la terna de jugadores interiores que el entrenador utiliza en el 1-4-2-3-1 por el que viene apostando. A estos se les puede sumar David Torres, tercer central en discordia, y que confirmó en su comparecencia del viernes que padece unas molestias físicas que, no obstante, se espera que no lleguen a comprometer su presencia ante el Sporting.
A esas dos lesiones hay que sumar un tercer componente fuera de servicio, Jawad El Yamiq, con un preacuerdo para marcharse al fútbol árabe que no se termina de concretar, pero influye. Tanto es así que el bloque defensivo titular en las dos últimas pruebas incluye a Víctor Rofino, central diestro del Promesas, que ha actuado en ese perfil acompañando a Boyomo. Bajo palos han estado tanto Masip como Asenjo, aunque el capitán puede tener continuidad después de ser el preferido de Pezzolano en sus primeros meses en Pucela. Por fuera, Luis Pérez y Escudero ganan la partida, por el momento, a sus competidores.
En el triángulo central, después de que Maroto cuajara dos buenas actuaciones ante Leganés y Rayo Majadahonda, la entrada de César de la Hoz junto a Monchu se puede considerar una cuestión estructural, puesto que el cántabro ha venido a solidificar un centro del campo necesitado de equilibrio. El canterano, no obstante, sustituyó a De la Hoz al descanso, actuando por detrás de un Iván Sánchez que en Laguna de Duero actuó por fuera, pero contra el Mirandés lo hizo en la mediapunta, como el tercer escalón en la creación. A la espera de refuerzos, con el jienense puede alternar otro del filial, Chuki, a priori, con más posibilidades que Hugo Vallejo, más delantero y poco activo hasta ahora.
En posiciones avanzadas, a pesar de la llegada de Raúl Moro, es donde el Real Valladolid necesita más mordiente, habida cuenta de la venta confirmada de Plata, de la encaminada de Kenedy, de la esperada de Larin... Mientras no esté Marcos André, a quien ya se le aguarda, Sergio León es el delantero escogido, por delante de Cédric y escoltado por el chispeante Moro y el agitador Tunde. Como el hispano-camerunés, el nigeriano ha visto puerta durante la preparación, pero las ocasiones marradas ante Rayo Majadahonda y Mirandés y la consabida dificultad que entraña la Segunda División evidencian que el equipo adolece de talento, por lo menos, para llegar a la línea de salida como un aspirante claro a la pugna por el ascenso.