Pezzolano, aliviado: “No fue un año bueno”

El entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, atendió a los medios de comunicación en una breve comparecencia después de sellar el ascenso a Primera División con la victoria contra el Villarreal B. El técnico se mostró aliviado en una rueda de prensa con aroma a despedida, ya que utilizó en dos ocasiones el verbo ‘dejar’ como si fuera a abandonar el equipo. Reconoció que “no fue un año bueno” y tuvo mensajes especiales para su familia, después de pasarlo tan mal.

¿Qué sensación le genera el ascenso?

Estoy orgulloso de ser uruguayo. Los uruguayos tenemos cosas que en otra parte del mundo no hay: rebeldía y, como dicen ustedes, cojones. En los momentos más difíciles capaz que otra gente, en el momento más difícil... Somos tres millones y eso lo llevamos en la sangre. Estoy muy orgulloso de eso y por mi familia. No fue un año bueno. Yo tengo tres hijos chicos, de ocho años, seis y cuatro y me decían siempre “papá, quiero ir al estadio”, y yo no quería que escucharan eso (los gritos en su contra). Explicarles lo que estaban cantando... Me pone muy feliz por mis padres, que siempre estaban empujando, y por mi señora. Esa es la felicidad más grande.

Los gritos de “Pezzolano, dimisión” se volvieron a escuchar durante este partido...

Acá hay seres humanos trabajando, jugadores y entrenadores, y yo nunca vi que se vaya a otro lugar a hacer lo que se hizo este año. Había mucha manipulación por detrás; esto no fue normal, de ustedes ni de la gente. Estoy orgulloso también de mi equipo de trabajo, de los jugadores y por dejar esta ciudad donde tiene que estar, que es en Primera División. Esa es la alegría más grande; esta es una ciudad preciosa. Cuando la gente te conoce o lo conocés, es gente cálida, no es fría, es linda, que se brinda al máximo.

¿Cómo vio el juego?

Hubo mucho nerviosismo, como pasó en los otros campos, porque no es fácil ganar, pero los jugadores demostraron el ejemplo y la cara de su entrenador. En los momentos más difíciles, redoblamos esfuerzos y lo conseguimos. Estoy muy contento por eso.

Como dice, tuvieron que remar para darle la vuelta.

La vida es así: en los momentos difíciles, redoblen esfuerzos, frente a una enfermedad o cuando piensen que nadie los quiere. Esa es la enseñanza más linda y más grande que le puedo dejar a cada uno de ustedes. Cuando nadie crea, ciérrense en un lugar y crean, porque se puede. Eso es lo que supimos siempre acá adentro, en el vestuario. Cuando empezó todo esto saben que por momentos fue provocado por mí, pero no me gustaba. Pero, ¿saben lo que logré? Ese blindaje adentro para lograr el ascenso una fecha antes con un equipo humilde, con jugadores que venían de no jugar en sus equipos, con jugadores que venían de muchas lesiones... Ha habido muchas cosas que no se han hablado y se ha hablado solo para destruir, así que el orgullo es muy grande.

¿Qué importancia le concede desde el punto de vista del club?

Yo no sé últimamente hubo muchos equipos que descendieran tan rápidamente dos veces, y teniendo en cuenta el tema del límite salarial, con lo que golpea brutalmente a una institución, que volvieran a ascender así. Era el año más difícil; cuando un equipo desciende dos veces, es cuando la mayoría de los equipos se quedan a dormir tres o cuatro años en Segunda División. Conseguimos algo que sabíamos que iba a ser muy duro. Lo único que tengo son palabras de agradecimiento a Ronaldo, a Bruno Mazziotti, a Paulo André, a Elías... gente de fútbol que siempre creyó. Tengo la suerte de haber logrado otro objetivo con ellos, que ya había conseguido con ellos en otro equipo, y el dolor de no haber conseguido el año pasado la salvación. Por suerte, esto da vuelta, tuvimos la revancha, lo conseguimos y están donde merecen como gente y como gente de fútbol.

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