Peque congela los ánimos en A Malata

De nuevo el Racing de Ferrol se quedó con las ganas de volver a ganar en su estadio. El equipo gallego consiguió darle la vuelta al marcador con un doblete de Álvaro Giménez, pero sin conseguir cerrar el partido, terminó pagando al final no matar a un Racing de Santander en inferioridad durante casi 20 minutos. Ruben Alves adelantó a los cántabros y cuando ya casi abrazaba los tres puntos el conjunto local tras darle la vuelta al marcador, un penalti señalado por levantar en exceso la pierna Iker Losada, acabó con Peque con sangre fría salvando un punto in extremis para los santanderinos.

Los visitantes salieron muy enchufados y tan solo tardaron tres minutos en abrir el marcador. Previo aviso de un cabezazo de Arana, fue por medio de Ruben Alves cuando los cántabros se adelantaron en el luminoso. Balón exquisito desde el medio del campo con la firma de Íñigo Vicente que el central aprovechó para meter el pie y batir a Ander Cantero por alto. En cuanto a los gallegos, lejos de acusar el golpe, tardaron muy poco en golpear a los cántabros. Iker Losada rompió por el carril central, mandó el cuero a Álvaro Giménez que batió a Ezkieta con un disparo cruzado. Partido divertido, jugoso y con mucho ritmo por parte de los protagonistas.

Con el paso de los minutos era el equipo de José Alberto el que conseguía meter mayor miedo en el cuerpo a su rival. El ritmo era muy alto y tan solo se habían jugado quince minutos con varios jugadores pidiendo un respiro y mayor calma a la hora de organizar el juego. Íñigo Vicente estaba siendo un quebradero de cabeza para el Racing de Ferrol que no era capaz de parar sus intenciones y sobre todo su conexión con Arana, al que le puso un balón picante que el delantero remató para de nuevo encontrarse con Cantero.

El Racing de Ferrol, lejos de amilanarse, trataba de hacer daño, sobre todo por una banda de un recién estrenado en la titularidad Nico Serrano, que fue desequilibrante y mostró un valiente desparpajo que atendía miradas de la retaguardia cántabra. Ambos equipos no bajaban marchas con un partido de oportunidades, abierto y con los protagonistas con ganas de más en la segunda mitad.

El conjunto gallego, con su condición de local y el apoyo de A Malata, salió en el segundo asalto en busca del segundo. Avisó Josep Señé con un disparo lejano que tuvo despejar firme Ezkieta. A los santanderinos les costaba salir y deshacerse de la presión de su tocayo que le impedía tener tanta presencia como en el primer tiempo. José Alberto sabedor del paso atrás de su equipo, introdujo mayor pólvora en el terreno de juego con la entrada de Peque y Baturina. De poco sirvió porque al instante golpeó Álvaro Giménez que metió la pierna tras un remate de Jon García en un saque de esquina, para hacer el segundo y desatar la locura en A Malata. Volvió el delantero ilicitano a la titularidad y respondió con un doblete.

En la recta final el Racing de Santander se quedó con un hombre menos por la expulsión de Ruben Alves, protagonista en el partido con su gol y por tener que abandonar el terreno de juego en el minuto 78 por doble amarilla. Lejos de venirse abajo la escuadra cántabra redobló sus esfuerzos para tratar de cosechar una última llegada que le diese algo positivo en la visita a Ferrol. Los nervios se apoderaron del partido y José Alberto, técnico visitante, también fue expulsado por protestar en un choque que subía de revoluciones. Por su parte, el Racing Club Ferrol, intentaba matar el encuentro en alguna contra pero no fue capaz de hacerlo y dejó la puerta abierta a su rival para poder igualar la contienda. Llegó en el último suspiro, Iker Losada levantó en exceso la pierna que impactó en Jeremy y el colegiado no dudó en señalar la pena máxima que Peque ejecutó con sangre fría para la alegría de los más de 600 desplazados desde Santander. Reparto de puntos final en A Malata que caen como un jarro de agua fría para los gallegos y saben a triunfo para el conjunto cántabro.