LAS PALMAS

Pecado y virtud en el mismo saco

La voracidad ofensiva de Las Palmas le jugó malas pasadas en defensa contra el Zaragoza. Tres centrales y Enzo Loiodice acabaron amonestados.

Las Palmas
Carlos Diaz-Recio

Tantos años perteneciendo a la cantera del Barça, bien como jugador o bien como entrenador, hicieron su duro trabajo en el ideario futbolístico de García Pimienta. Ocurre que el actual entrenador de Las Palmas, que en Gran Canaria afronta desde el pasado mes de enero su primera experiencia profesional lejos de La Masía, siempre tuvo claro que la disposición táctica allí aprendida, el 4-3-3 que gloriosamente impulsó Cruyff y sublimó Guardiola, sería la que usaría en su actual puesto de trabajo.

Desde su llegada a Las Palmas, nunca dejó de insistir García Pimienta en la necesidad de devorar campo contrario a través de la posesión de la pelota, inaudita de momento la ocasión en la que su equipo, con más o menos eficiencia, no domine este porcentaje. Ni que fuera un mantra, cuando vengan mal dadas, conmina siempre a sus futbolistas el entrenador barcelonés a organizarse rápido y bien en defensa para recuperar el balón cuanto antes en caso de pérdida. Es la llamada “presión alta”. Y aquí, precisamente, bien pudo perder la UD su partido del pasado sábado contra el Zaragoza, que tampoco pudo amasar el esférico más que el equipo amarillo: 58,3%-41,7%. No le hizo falta.

Ocurre que, apenas en el minuto siete, Sidnei fue amonestado por cortar una peligrosa contra del Zaragoza, que había pillado a Las Palmas despistada en defensa. Allí, buscando la espalda de los centrales, insistió con buen resultado el equipo de Carcedo, que antes del descanso, en una centelleante acción protagonizada por el colombiano Juanjo Narváez, un ex de Las Palmas, le sacó una amarilla a Curbelo, el otro central de Las Palmas que salió de inicio, como se observa en la imagen que acompaña a esta información.

Sin tanta brillantez, mantenía el Zaragoza un plan de partido que buscaba salir lo más rápido posible con el balón aprovechando las taras de Las Palmas en defensa, desorganizados los futbolistas de García Pimienta a la hora de recuperar la pelota. Buscar la espalda de los últimos hombres de la UD se convirtió en una mina de oro para el frente de ataque visitante, y así llegó la amonestación de Enzo Loiodice, uno de los mediocentros de la Unión Deportiva. Más tarde llegó otra tarjeta amarilla, esta para Coco, que en el descanso había sustituido a Sidnei. Así, la formación local acabó el partido con los tres centrales dispuestos amonestados y también con uno de sus lugartenientes.

De momento, ya se sabe que las principales mejoras de Las Palmas pasan por los extremos del campo: por el frente de ataque, tanto en eficacia goleadora como en un delantero sí, y en defensa, tan fácil como le fue al Zaragoza salir sin apenas oposición en demasiadas ocasiones y pillarle la espalda a los muchachos de un García Pimienta que se desgañitaba en la banda. Y es que, en su caso, la virtud y el pecado van, de momento, en el mismo saco.

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