Paunovic, inicio con buen pie en el banquillo del Real Oviedo

Un golpe de fortuna en el último instante, pero también un premio a la insistencia del Oviedo a pesar de jugar esos minutos con un resultado decepcionante, tiñó de alegre la primera experiencia de Veljko Paunovic como técnico del Oviedo. El conjunto azul regresó a la senda del triunfo, con ese 2-1 gracias a un tanto de Manu Molina en el minuto 93 contra su propia portería. Una volea imparable ante la que nada pudo hacer Alfonso Herrero y que hizo que estallara de alegría el Carlos Tartiere.

El 2-1 facilita la adaptación de un Paunovic que apenas tuvo tres sesiones para preparar en condiciones su estreno ante el que fue su estadio. El serbio vivió una mala experiencia en 2001, como futbolista del Oviedo, cuando llegó cedido para jugar la segunda vuelta de la competición y a pesar de que tuvo un rendimiento notable no logró evitar la caída de su equipo.

Ahora, con esos sentimientos acumulados durante tanto tiempo, el serbio volvió a experimentar lo que es un partido en el Carlos Tartiere y el desenlace tan eufórico le ha hecho entrar con buen pie como nuevo jefe de la caseta.

En los futbolístico, el Oviedo fue lento y errático en el primer acto, dominado el balón por un Málaga que no arriesgó más de la cuenta. Tras el descanso, sí se vio un conjunto azul más atrevido y acumulando llegadas, especialmente gracias a las buenas actuaciones de Hassan en la banda derecha. El galo fue un dolor de muelas para la zaga del Málaga, que nujnca supo cómo detenerle.

Se hizo merecedor el Oviedo del triunfo pero un tanto de Dioni, ex de los azules, hizo que peligrara el estreno con victoria y también la posición de privilegio en los puestos de playoff. Pero lejos de venirse abajo, el equipo azul siguió creyendo y acumulando llegadas, hasta ese golpe de fortuna cuando ya se mascullaba un decepcionante empate.

Gol a balón parado

En su presentación ante los medios el nuevo entrenador había hablado de la necesidad de que el equipo se mostrara más enchufado que hasta ahora, más “prendido”. Cuando le preguntaron por cosas más concretas a mejorar, el serbio señaló al balón parado como uno de los puntos más claros de mejora.

Y el Oviedo de Paunovic no ha tardado nada en cambiar esa dinámica. El primer gol logrado ante el Málaga llega tras un lanzamiento de falta de Seoane que, tras rebotar en Dani Calvo, es aprovechado por Colombatto, esta vez al rechace de la jugada, para anotar el 1-0.

Es el primer paso pero se esperan que lleguen más en las próximas semanas. El balón parado es un arte decisivo en la igualada Segunda División y el Oviedo quiere sacar más provecho en las 9 citas que restan hasta el final del campeonato. El propio Calleja ya había confesado alguna vez que su intención era la de mejorar en este aspecto y ahora Paunovic se ha fijado el mismo objetivo como el primero en su lista para acercar a los azules al premio del ascenso a Primera División.