Paulo André revela uno de los secretos del ascenso del Real Valladolid

El Real Valladolid ascendió hace varias semanas a Primera División y mientras cuatro equipos, ya tres, pelean por subir vía playoff, en la entidad blanquivioleta se intenta clarificar el panorama para abordar el mercado con garantías. Para ello, el club está a la espera de que se conozca el límite salarial otorgado por la Liga y que desde Brasil, o Madrid, se dé luz verde para cerrar la incertidumbre de la venta a corto plazo.

Mientras todo eso pasa, el Paulo André, antes director del Área de Estrategia Deportiva del Real Valladolid y ahora no sé sabe muy bien qué puesto tiene tras la venta del Cruzeiro por parte de Ronaldo, ha desvelado una reunión celebrada en enero que se considera clave, muy importante, para la consecución del ansiado ascenso. Cuenta el brasileño en su Instagram que una docena de personas del club, entre otros empleados vallisoletanos, con mucha trayectoria, aportaron una serie de ideas o reflexiones para mejorar el ambiente y lograr remar en un único sentido.

De esta manera, desde su cuenta oficial pauloandreofficial explica que a finales de enero se reunieron en una sala 12 personas con el objetivo de “ascender siendo un equipo reconocido como vertical, agresivo e identificado por la afición”, afirmando que en aquel momento aquello parecía un “sueño distante” ya que el equipo no estaba en ascenso y la relación con la hinchada no era la mejor. Sin embargo, el brasileño reconoce que en aquella reunión “todos se permitieron ser vulnerables y hablar con el corazón (y con alma pucelana) fue la chispa para lo que sucedió cuatro meses después”.

Paulo André, una de las personas que más influencia tiene sobre Ronaldo Nazário, destaca que “fue mucho más que una reunión estratégica” explicando que “fue un proceso de cura, de reconocimiento y reconexión que nunca olvidaré” y contó la importancia de que se le dio cuando alguien explicó el mensaje que va grabado en el brazalete de capitán: “Recíbeme con orgullo, entrégame con honor”, refiriéndose a esta frase como algo que “representa exactamente lo que buscábamos, un mensaje tan poderoso que nos otorgaba la responsabilidad de llevar una camiseta y unos colores de un club histórico que genera una sensación de pertenencia que justifica todos los esfuerzos y sacrificios”, al tiempo que “nos impedía entregarnos a la desesperación cuando una serie de malos resultados llegan”.

Esa inscripción en el brazalete de capitán del Real Valladolid se puede considerar la chispa, por tanto, para el intento del club de acercarse a los aficionados, después de haber realizado también el referéndum del escudo, y llevó, como cuenta el brasileño a que en el siguiente encuentro, ante el Racing de Santander, los jugadores salieran al campo con una pancarta que rezaba: “Unidos con orgullo, unidos con honor” y que colocada en lo alto de la tribuna el resto de la temporada.

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