Parón a la remontada del Leganés

El Leganés ha sufrido un frenazo en los resultados dentro de la espectacular escalada que los pepineros habían experimentado desde que en la 9ª jornada, ante el Cartagena (1-2) comenzaron su remontada desde el farolillo rojo hasta rondar los puestos de playoff. El bajón no es catastrófico (seis puntos de los últimos 18), pero sí suficiente para haber visto peligrar la distancia con el playoff de ascenso. Los pepineros habitan ahora a siete puntos de la sexta plaza que ocupa el Albacete, rival tras el que comenzó su remontada… y que precisamente ha inaugurado este bache.

El efecto espejo sufrido con los manchegos es llamativo. Fue después de caer 1-2 en Butarque frente al equipo de Ruben Albes cuando los de Idiakez se lanzaron (y de qué manera) en el campeonato. Desde entonces y hasta la visita al Carlos Belmonte, entre las jornadas 9 y 22 del campeonato, el Leganés fue el equipo que más rédito sacó de toda la Segunda División, con 29 de 42 puntos posibles, ocho victorias, cinco empates y sólo una derrota: ante el Levante en el Ciutat de Valencia.

Buenas sensaciones, resultados regulares

Después llegó el bajón. El Lega se fue a Albacete (otra vez Albacete) un lunes y cayó derrotado por 1-0 en el peor partido (sobre todo la peor primera parte) de este tramo reciente de temporada. Desde entonces, lo dicho: seis partidos, sólo seis puntos de 18 posibles y el Leganés convertido en el 15º equipo de este tramo corto de campeonato. Suficiente para perderle comba a la cabeza de la tabla… aunque en verdad esa distancia fue cosa de un inicio catastrófico con sólo 4 puntos de 28 posibles.

El caso es que el Leganés, en esta media docena de jornadas recientes, ha seguido dando señales positivas. Porque en este tiempo ha visto como el todopoderoso Levante sólo le igualaba en Butarque en el minuto 92 (después de que el Lega marrara un penalti en la primera parte). También fue capaz de aguantarle al líder, a Las Palmas un 0-0 con uno menos desde el 14 y ganar al Sporting en la misma situación desde el 34′.

A ello hay que añadir la visita a Eibar (0-0) y la percepción de que la derrota en Santander quizá hubiera sido otra cosa si Neyou no hubiera terminado en la calle en el 72′, justo cuando Arnaiz había hecho el 2-1 y el equipo amagaba con remontar. Tres expulsiones en este tramo de encuentros ha sido también lastre notable. Pero pese a ello, el Leganés sólo ha caído un partido (el de Albacete), empatado cuatro y ganado uno. El bagaje de sensaciones es optimista. A este Leganés hay que roerlo.

Distancia con el playoff

El problema es que trasladado a la tabla de clasificación, esas virtudes no aportan oxígeno suficiente como para pensar en asaltar en el corto plazo la parte alta de la clasificación. Quedan 14 jornadas, esto es, 42 puntos, espacio amplio y a la vez corto para soñar.

“El equipo siempre ha estado metido. Incluso al inicio, que no estuvimos bien, cuando había derrotas no perdíamos por más de un gol. Eso habla de que el equipo tiene orgullo. Queremos aferrarnos a eso y a seguir en la trayectoria. Mejorar un poco los últimos resultados. Nos gustaría que hubiera más victorias. Estoy tranquilo. El partido de Anduva es importante”, ha repetido al respecto Idiakez.

El entrenador del Leganés siempre ha repetido que no le preocupa la clasificación, sino mirar a las últimas 8 jornadas con opciones. Mismo objetivo que se tiene en Butarque, donde se mira con recelo caer en el final del curso pasado, cuando en las últimas seis jornadas se zambulló en la nada, sin opciones de luchar por los playoff y con la categoría ya salvada.