Paco López: “No hay ninguna duda, he venido a subir a Primera”

Paco López Fernández (Silla -Valencia- 19-9-67) lleva toda su vida cerca de un balón. Fue futbolista pasando por equipos como el Hércules, Extremadura, Levante o Real Murcia. Su pasión por el fútbol le llevó, una vez colgó las botas a los banquillos. Ha pasado por todas las categorías, desde infantiles a Primera División. Su carrera se ha desarrollado, sobre todo, en la Comunidad Valenciana, donde ha dirigido categorías inferiores del Villarreal, Valencia o Levante. En el equipo granota fue donde dio el salto a la élite.

En marzo de 2018 sustituyó a Juan Ramón López Muñiz como técnico del primer equipo. Su gran trabajo le llevó a estar tres años al mando del equipo manteniéndolo en la máxima categoría y dejando muestras de un fútbol alegre. Tras salir del conjunto granota en 2021 aprovechó para formarse y aprender hasta que apareciera un nuevo reto en el horizonte. Ese reto fue el Granada, que le llamó para que cogiera las riendas del equipo en noviembre de 2022 con el ascenso como gran objetivo. De momento, las cosas no le están yendo nada mal con la horizontal rojiblanca.

Son ya cuatro meses en Granada, ¿Qué balance hace en este tiempo?

En cuanto a resultados muy positivo, llegamos en una situación difícil, porque si no, no hubiéramos venido. Ahora es privilegiada y cerca de conseguir cualquier objetivo y en ello estamos.

¿Qué se encontró cuando llegó?

Como es habitual cuando los resultados no funcionan el vestuario a nivel emocional se resiente, pasa en cualquier equipo del mundo cuando los resultados no funcionan. Pero tenían muy buena predisposición al trabajo y muchas ganas de hacer las cosas bien. Hemos intentado dotarles de una identidad, una forma de hacer las cosas y, sobre todo, una mentalidad y actitud ganadora que es lo que entendíamos que necesitábamos.

¿Cómo de importante considera que es el factor psicológico?

El aspecto emocional se resiente y es algo que hoy en día es una de las facetas más importantes, al menos para mí, porque los futbolistas son personas y tienen emociones. Es fundamental hoy en día ese trabajo psicológico y emocional. Influyen muchas cosas. Nos apoyamos en un especialista, pero esa faceta como entrenador me he preocupado en formarme. Creo mucho, primero en la persona, hay que llegar a la persona para llegar al futbolista, y en estos años nos hemos formando, más la experiencia de estos años que también ayudan.

¿Ser exfutbolista es un plus en esos aspectos?

Todo ayuda. Las experiencias como futbolista en un vestuario ayudan, pero sin formación y análisis de esas experiencias no se puede llegar a alcanzar el reto de llegar al jugador y a la persona.

De momento no van mal las cosas, son ocho partidos sin perder cediendo sólo cuatro puntos de 24 posibles.

A nivel de resultados está claro. Hemos tenido altibajos en el juego. La identidad del equipo está clara, los jugadores se han adaptado a los contextos que les hemos dado. Entiendo esta profesión como no tener sólo un plan. Nosotros tratamos de invertir en el jugador, que sea autónomo, inteligente y capaz de resolver los diferentes problemas que tiene el juego y en ello basamos mucho los entrenamientos. El jugador es el verdadero protagonista del juego, es el que toma las decisiones e intentamos hacerle partícipe en cada entrenamiento, que sea contextual, que no sea algo automatizado. No creo en el automatismo, hay determinados ejercicios que necesitan automatismos, pero creo más en hacerle al futbolista inteligente, adaptarse a los contextos de cada partido.

Cada partido es un mundo.

El rival no es el mismo. Cada jugador tiene sus características y los campos no son iguales. Hay tantos detalles que para mí es fundamental que el jugador cuanto más autónomo y entienda mejor el juego. Como entrenador nuestra obligación es hacerle entender el juego. Es un camino que conlleva un proceso y es un camino más largo, pero creemos en ello.

¿Cree que se está siendo demasiado duro con el equipo? Quizá no hace un juego precioso, pero los resultados están ahí.

No sé si se está siendo demasiado duro, pero entiendo cómo está montado esto y lo difícil que lo tenemos los entrenadores. Por eso genera tanto el fútbol, porque todo el mundo entiende y opina, pero la información que tenemos los entrenadores no la tienen los demás. No se repite un equipo, nos achacan, o la forma de jugar, pero es que no creo en una forma de hacer las cosas. Creo en analizar tantas cosas. Pero entiendo cómo está montado este circo y lo asumo. Lo más importante es el vestuario y notas cuando cree en lo que se hace y trabajas. Los jugadores no son tontos y eso se detecta. Y tenemos el trabajo que el vestuario cree y está al cien por cien con lo que hacemos y trabajamos y para un grupo es muy importante. El jugador es el verdadero protagonista del juego, es el que toma las decisiones e intentamos hacerle partícipe en cada entrenamiento

Afirma que el equipo tiene mucho margen de mejora.

Siempre se pueden hacer mejor las cosas. Está claro que nos equivocamos, pero igual menos de lo que la gente cree. Tenemos margen de mejora y será buena señal que las tengamos con los resultados que tenemos, que no están nada mal.

¿Dónde está el margen de mejora?

Creo en lo colectivo. Lo que haga un jugador repercute, depende de los demás. No pongo el foco en una línea, porque me parece algo que no es objetivo ni justo. En los últimos partidos sí es verdad que echas de menos ser más efectivo, como sí pasó en Burgos, pero en los datos somos el más goleador de Segunda y uno de los menos goleado. Está en hacer las cosas mejor cuando no tenemos la pelota a nivel colectivo y cuando la tenemos interpretar mejor los momentos de los partidos. En un partido te da para muchas cosas y nos falta ese punto de mejora en determinados momentos que necesitamos ciertas cosas interpretarlos. Saber en cada momento lo que requiere el equipo.

Habitualmente usa un sistema 4-4-2.

Es una estructura base que tenemos, pero a partir de ahí los dibujos son algo inicial que te dice como quieres jugar en algunos aspectos, pero lo importante es el desarrollo. Es un reparto más equitativo de esfuerzos en el campo sobre todo sin balón. Me gusta generar desde ahí libertades del futbolista en función de las características y de lo que necesita el equipo y lo que tiene enfrente. La táctica es el manejo del espacio y el tiempo. Si el jugador entiende como generar los espacios mejor.

Tiene una plantilla muy larga. ¿Es un hándicap?

Siempre he dicho que a mí me gusta tener menos jugadores porque para manejar un vestuario es más fácil. Pero, sobre todo, no en el manejo sólo, sino en los entrenamientos. Con 27 futbolistas hacer un 11 para 11 tienes que dejar en cada entrenamiento, rotarlos… no es nada fácil. Si me das a elegir, lógicamente tendría menos, pero una vez lo tengo lo estamos llevando bien, lo estamos destinando de forma fenomenal. Los jugadores lo entienden y eso es lo importante.

¿Tantas opciones le lleva a hacer más rotaciones?

Sí te lleva a analizar más cosas y saber que tienes futbolistas de diferentes características y en función de los momentos y cómo estas tú te da para poder tener más alternativas. Sacar lo positivo es eso, que hay donde elegir y manejar. Aun así, si tuviera menos futbolistas no soy de repetir un once constantemente siempre y cuando todos quieran jugar y se exijan. El éxito de los vestuarios está en que todos sean importantes. Si repites mucho once te dicen que no cuentas con el resto, si cambias porque cambias… nunca está bien lo que hacemos los entrenadores.

La próxima semana hay parón por selecciones y el Granada puede perder hasta a tres futbolistas. ¿Le preocupa?

Ya vendrá. Vamos a centrarnos en esta semana. Habrá que ver si se va también Famara o no. No nos vamos a quejar. No vamos a poner una excusa somos 27 para lo bueno y lo malo. No tenemos problemas.

¿Cree que la Segunda División, igual que Primera, debería parar cuando hay selecciones?

Me parece injusto, sinceramente, perder jugadores. Que en Primera se pare y le den la importancia que tiene y en Segunda no. Esta montado así, no nos vamos a quejar.

No están tenido suerte con las lesiones de cruzado, ya son dos: Rochina y hace sólo unos días Jorge Molina. ¿Cómo están después de ese duro golpe?

El vestuario está afectado, nos afectó mucho lo de Rochina y ahora Molina. Son jugadores importantes no sólo a nivel de juego, sino de vestuario y lo que supone. Lo profesionales que son y todo lo que nos iban a ayudar, no sólo en el campo. Son gajes del oficio, ahora a animar mucho a Molina, estar con él y seguro que desde el rol que le toca nos va a ayudar. Hablé con él y todo ha salido bien. Es una maravilla, predispuesto a ayudar desde donde le toque. Cuando uno aguanta tantos años jugando al fútbol es por algo, no es casualidad.

¿Qué le parece el Video Assistant Referee?

Creo en el VAR y creo que es necesaria esa herramienta. Hay que seguir dándole una vuelta a cómo gestionar eso, y sigue siendo difícil.

Siempre ha dicho que es defensor del VAR. ¿No le está generando dudas últimamente?

No tengo dudas, mi discurso no cambia. Creo en el VAR y creo que es necesaria esa herramienta. Creo que siguen llevándolo árbitros y sigue habiendo equivocaciones porque hay decisiones de interpretación y las interpretan ellos. Hay que seguir dándole una vuelta a cómo gestionar eso, y sigue siendo difícil.

Sigue habiendo errores a pesar de todas las cámaras que hay.

Lo vemos cada semana y en las últimas semanas hemos sido perjudicados. El gol de Huesca; el primer gol del Burgos no me queda claro el fuera de juego. Pero bueno, de alguna manera siempre he dicho que aun así sigue siendo más justo el fútbol teniendo el VAR que sin tenerlo. Hay que mejorarlo.

Últimamente parece que hay una campaña entre muchos equipos de que el Granada está siendo ‘ayudado’ por los árbitros.

Te he puesto dos ejemplos, pero hay muchos más en los que hemos salido perjudicado, pero como no nos quejamos no pasa nada. Sí noto en el momento que el Granada se ha puesto ahí arriba con posibilidades reales de ascenso directo hay gente que ya no gusta. El Granada es un equipo con mucho potencial y genera, como es normal, respeto.

¿Qué objetivos le marcaron cuando llegó?

A mí no me hacía falta que me dijeran cual era el objetivo. Sabía a qué venía desde el primer día, lo tengo clarísimo. No se me dijo nada porque no hace falta. Tengo claro a que he venido.

¿A subir?

No hay ninguna duda. Fue mi primer mensaje en el vestuario.

¿No ascender sería un fracaso?

La palabra fracaso, igual que éxito, no va con los resultados. Es algo que he desterrado de mi vocabulario.

Queda aún mucho porque la Segunda es larguísima.

Sí, se hace muy larga. La Segunda se hace larguísima y más si juegas el playoff. Como ya lo sabemos, si fuera sobre la marcha… pero lo sabemos desde el principio es mentalizarte y ya está.

En las últimas temporadas el que acaba subiendo en el playoff es el que aprieta desde abajo.

Los últimos años se ha visto. Mira el Girona la temporada pasada. Nuestra cabeza más que playoffs u objetivos a largo plazo está en el próximo partido en Albacete y ponemos ahí el foco, no más allá.

¿Por qué decidió venir a Granada?

Por muchas razones. Era un proyecto que me ilusionaba. Vi las posibilidades que había y te informas aparte de la plantilla sobre las instalaciones, las posibilidades de poder trabajar, el día a día para mi es fundamental y reunía muchas condiciones para venir aquí y ser feliz trabajando. Más allá de la categoría o las prestaciones económicas es ser feliz en mi profesión. He entrenado en todas las categorías, desde infantil a Primera. He entrenado juveniles, Tercera, Segunda B y Primera. No se me caen los anillos. Lo que trato es de disfrutar mucho de mi profesión.

¿Le gustaría crear un proyecto aquí?

Ojalá. Sería buena señal. Hemos venido a eso, es mi intención. Ahora lo más importante es centrarnos en el próximo partido.

¿Qué le ha sorprendido más del Granada?

Como lo vive la gente, el aficionado con tanta pasión… me encanta como se vive el fútbol en Granada. El himno a capela me emociono en cada partido.

¿Algún jugador?

Me ha sorprendido el vestuario que hay. Tiene una calidad humana muy buena y se puede trabajar muy a gusto. Con buena predisposición de todos. Hay jugadores, no hace falta descubrirlo, que demuestran su talento.