LEVANTE

Pablo Sánchez: “Un instante cambió por completo el futuro del Levante”

El presidente del Levante, sustituto de Quico Catalán tras 14 años en el cargo, analiza para AS el proceso para que José Danvila se hiciera con la gestión del club y el futuro de la entidad.

David González

Pablo Sánchez (Palencia, 1974) asumió a principios de septiembre la presidencia del Levante tras cerca de 14 años de Quico Catalán en el cargo. El empresario palentino, consejero del club desde 2018, dio un paso al frente para asumir la responsabilidad de la mano de José Danvila, encargado de gestionar la entidad tras esfumarse el sueño del ascenso a Primera mediante un proceso liderado por la Fundación ‘Cent Anys’, máxima accionista del club, que todavía trae cola.

En lo deportivo, más allá de la derrota en Andorra, el equipo ha demostrado que se ha aislado del lío institucional…

Evidentemente hay saber que diferenciar y es muy importante que esté siendo así, que esta vorágine que ha habido en estos últimos meses no haya afectado al equipo. Es verdad que se está haciendo un trabajo muy bueno, desde el míster hasta la dirección deportiva, y yo creo que tenemos una plantilla muy sana y comprometida. Contamos con gente joven con muchísimas ganas y que se están abstrayendo un poco de lo que está pasando fuera.

Después de lo vivido la temporada pasada, imagino que impera la cautela. Todavía queda mucho trayecto.

Así es, ahora estamos ahí arriba, pero segurísimo, porque esto es tan largo, que vendrán mal dadas. Si llega una racha en la que perdamos un par de partidos hay que tener tranquilidad y ser conscientes de que todavía queda muchísimo. Este año, además, sinceramente, creo que es una Liga un poco más difícil que la temporada pasada. Veo más equipos con posibilidades de estar arriba.

¿Cómo fue el verano una vez se decretó el final del partido frente al Alavés, quedándose a las puertas del ascenso? (Por aquel entonces, el actual presidente era Consejero)

Fueron unos días dificilísimos. Sobre todo recuerdo el primer día después del partido, era domingo, y fue uno de los días más duros de mi vida. No quería hacer nada, estaba dándole vueltas únicamente a ese último minuto, esa última jugada que para mí no tenía ningún sentido que nos quedáramos a las puertas del ascenso por esa situación. Fue un día durísimo. A partir de ahí sí que es verdad que había que ponerse a trabajar, no quedaba otra que levantarse y buscar soluciones. Hasta hoy, que seguimos trabajando para darle la vuelta a esta situación.

Tras el no ascenso, había que tomar decisiones rápidas por la situación del club. Con la perspectiva del tiempo, no se si le parece que las cosas se hicieron un demasiado a prisa.

Sí, pero es que era un tema urgente. Realmente se actuó rápido e incluso, desde mi perspectiva, creo que se perdió un poco de tiempo, porque podríamos haber tomado decisiones ya para esta misma temporada, pero es verdad que el tiempo apremiaba.

El 24 de julio la Fundación oficializó las tres candidaturas (Danvila, Valiente y Ayats) y el 4 de agosto la gestión del club estaba en manos de Danvila. Da la sensación que una operación de tal magnitud tuvo poco tiempo de reflexión.

Es que realmente es una aportación de capital por parte uno de los consejeros, José Danvila. Afortunadamente hemos podido contar con esa posibilidad.

Lo cierto es que la nueva prórroga a Danvila y el cambio de condiciones por parte de la Fundación han levantado cierto revuelo entre la afición. ¿Cómo le explica esos cambios a la gente que duda del proceso?

Creo, sinceramente, que hoy en día hay poca gente que pueda tener dudas de nuestra propuesta, de la propuesta de Pepe Danvila. Además, te lo digo con total sinceridad, si hay alguien que tiene dudas sobre ello no sé qué intención puede haber, porque lo que queda hoy muy claro es que Danvila exclusivamente quiere ayudar al Levante y está arriesgando su patrimonio personal para ello. Eso muy poca gente es capaz de hacerlo. De verdad, esa es la única intención.

La realidad es que hay una corriente de opinión que piensa que este es un proceso pactado. ¿Cómo se convence a esa gente que duda?

Es que no es un proceso pactado. Esta situación se da porque un día nos quedamos a falta de un segundo de estar en Primera División. Fue un instante que cambió por completo la situación y el futuro del Levante. En ese momento había que reaccionar y una persona (Danvila) se puso al frente porque su situación personal se lo permitía. Estaba dispuesto a arriesgar por el Levante y así ha sido.

José Danvila, Braulio Pastor y usted entraron en el Consejo a la vez en 2018. ¿Desde entonces se atisbaba esta posibilidad de relevo institucional?

Eso es, entramos los tres en 2018. Cuando entramos no, la verdad que para nada. Yo creo que ninguno de los tres nos lo planteábamos. Al menos en mi caso, te garantizo al 100% que no.

Mucha gente se lo pregunta, ¿eran el recambio marcado en la hoja de ruta?. ¿Qué le dice a esa gente que piensa que este nuevo Consejo es una línea continuista?

Ni es un Levante continuista, ni es totalmente distinto. Es verdad que estábamos en el Consejo de Administración desde 2018, pero somos personas individuales, con nuestro pensamiento y nuestra forma de trabajar. Yo no lo llamaría continuista, porque hay gente nueva en el Consejo que nos está aportando también otra visión y tampoco totalmente distinto, porque es verdad que algunos de nosotros estábamos en el anterior Consejo. Ha habido cosas buenas y malas de la etapa anterior, errores y aciertos. Hemos aprendido de los errores y tenemos que trabajar para que se sigan dando los aciertos.

De los 10 millones de financiación de la propuesta inicial, a un máximo de 20 millones, sin tener que comprar acciones de la Fundación. ¿Qué supone este cambio y por qué se propone esta nueva estrategia?

Porque creemos que es la mejor propuesta para el Levante. Es una propuesta incluso mejor para el club que la anterior. No se compran las acciones, que ese dinero iría a la Fundación, sino que se presta un dinero a la entidad directamente. En principio iban a ser 10 millones, al final no sabemos qué cantidad va a ser exactamente, pero no superará los 20 millones de euros.

Desde la semana pasada, el club dispone de los primeros 10 millones para hacer frente a los gastos de tesorería. ¿Cuál es la situación del club?

Como sabemos es una situación difícil, pero con solución. La solución pasa por la gestión diaria, sí que es verdad que ahora mismo han entrado esos 10 millones con los que estamos atendiendo los pagos más urgentes. Luego se trata de negociar, gestionar, hablar con proveedores y acreedores para encontrar la mejor solución. Haciendo a su vez una gestión deportiva muy buena como se ha hecho este mercado, gracias a la gestión de la dirección deportiva hemos conseguido hacer unas ventas muy importantes y eso al final es lo que es el fútbol.

¿A qué responde el cambio de estrategia de Danvila?No atiende únicamente a una cuestión empresarial, el club necesita el dinero, lo necesita el Levante, no la Fundación. Con lo cual la mejor opción es inyectar ese dinero en el club.

Como explica, el contexto es especialmente delicado. ¿Qué le ha empujado a suceder a Quico Catalán en el cargo?

Me empujó Pepe (José Danvila). Más allá de la broma, me empuja el querer ayudar al Levante. No me gusta para nada esta situación, creo que tiene solución y estoy dispuesto a sacrificar lo que haga falta para sacar adelante la situación del club.

¿Por qué Danvila no quiere ser presidente?

Eso mejor se lo preguntas a él, que seguro que te contestará, no quiero responder por él. Pero sí que es verdad que a él le gusta más estar en un segundo plano, fundamentalmente yo creo que es eso. A él le gusta mucho la gestión, no le gusta estar en los focos. No es que sea que me encante a mí tampoco, es la verdad. Él me dijo que quería que fuese el presidente. Lo que teníamos claro es que le íbamos a acompañar en este recorrido. Quiero decir, para mí es un orgullo, aunque yo me veía quizá más en la figura de vicepresidente, pero él pensó que yo debía tomar el cargo. Todavía se me pone la piel de gallina de pensarlo. Para mí poder representar al Levante es un orgullo tremendo.

¿La situación es peor de la que imaginaban?

No es mucho peor de lo que imaginábamos, pero sí que es una situación complicada. Es la realidad.

En ese sentido, ¿en qué punto está la auditoria que solicitó Danvila?

Tiene que estar a punto de finalizar. Yo creo que en un par de semanas debería estar terminada, o incluso antes.

¿Da vértigo cuando van llegando los primeros informes?

No, no da vértigo, porque además somos gente de empresa, estamos acostumbrados a gestionar negocios. Es verdad que el fútbol es una empresa distinta, porque tiene un factor, que es el deportivo, que no tienen los demás sectores. Pero en este caso, esta gestión económica sí que es muy similar a lo que hemos podido haber estado haciendo durante estos años en nuestros negocios.

¿Ven voluntad por parte de las entidades financieras con las que tienen cuentas pendientes?

Vemos voluntad por todo el mundo en colaborar. Vamos a ver, yo creo que todo el mundo sabe lo que es el Levante y saben quiénes somos la gente que estamos al frente del club hoy en día. Saben que esto es un proyecto que tiene una viabilidad clara. Nadie nos está poniendo trabas, creo que todo el mundo está en modo colaborador. Eso hace que sea un poquitín más fácil.

¿Es viable el club sin un ascenso?

Sí, el club es viable sin un ascenso. De hecho, nosotros tenemos que trabajar así, porque nadie nos asegura que podamos ascender. El año pasado estaba convencido de que íbamos a ascender, y creo que casi todos por el equipo que teníamos, y no lo hicimos por el golaveraje en la liga regular y luego por un penalti en el último minuto del playoff. Nadie te va a asegurar que vayamos a subir a Primera División; ojalá sea así, pero el club debe ser viable en Segunda División también. Tenemos que trabajar para que sea así, porque como no sabemos si vamos a subir o no, tenemos que trabajar para atender los pagos en Segunda y ser viables en la categoría.

Imagino que no va a estar Danvila poniendo dinero todos los años.

Efectivamente, efectivamente.

Este verano una de las palabras que estaba en boca de todos era la reestructuración del club a todos los niveles. Se hablaba también de un posible ERE. ¿Siguen los cambios en el club?

Sí, siguen los cambios. Han habido cambios en el Consejo de Administración, ha habido cambios a nivel directivos y tienen que haber muchos cambios a nivel de estructura, porque tenemos que adaptarnos a la realidad del Levante de hoy. Ahora mismo somos un club de Segunda División, por segundo año consecutivo, no podemos seguir manteniendo una estructura de Primera. Eso está claro.

También tienen financiación de Primera División asumida en Segunda (Gedesco, Edmond de Rotschild...). ¿Son losas que ahogan la economía del club?

Estamos trabajando con las entidades y no creo que haya mayor problema.

La solución, por el momento, pasa por seguir aumentando la deuda con financiación privada. Valiente comentó en la presentación de su candidatura que el Levante “tenía cerrado el grifo de los bancos”.

Pero eso no es así, nosotros es verdad que hemos acudido a la financiación privada, como es el caso de Danvila, pero estoy seguro de que habrá entidades que conociendo quién está detrás del Levante podrían perfectamente financiar.

Una de las situaciones que más llama la atención desde fuera es el fútbol profesional sin concentraciones. A Andorra, por ejemplo, viajaron en autobús. Por casualidad, ¿cuánto pueden ahorrar en esa partida?

Pues mucho también, porque tenemos que ahorrar de cualquier parte. Al final un club profesional cuesta mucho dinero. Vamos a viajar en autobús, pero no pasa nada, eso une más. Yo me he hecho seis horas en autobús en mi época de jugador y no pasa absolutamente nada. Estos jugadores también lo han hecho, han pasado por juveniles o categorías más humildes y saben perfectamente lo que es viajar en autobús. No pasa nada por ello.

Hace un tiempo nombraron a Pedro Sáiz como director general. Su nombramiento ha pasado algo desapercibido, pero sin estar usted en el día a día, es una figura muy importante en el club.

Lo iréis conociendo, es una persona muy discreta, pero es un profesional con muchísima valía. Es un trabajador incansable y con muchísimo conocimiento del club. Toda la gente con la que he podido hablar, que ha tenido relación con él ya como directo general de la entidad, me ha hablado maravillas de él. Lo iréis conociendo, es muy muy bueno.

Ahora mismo es el que toma las decisiones a diario, es el director general. Es el que tiene que llevar a cabo esta reestructuración del club, con nuestro visto bueno, pero él es el que está planteando esa reestructuración.

Se ha pasado de una gestión presidencialista a una nueva forma de trabajo.

Es así, es así. Antes había una figura que abarcaba mucho (Quico Catalán), que ha hecho mucho y muchas cosas bien por el Levante. Pero sí que es verdad que la figura de Quico tenía mucha influencia en todo, tanto en el club como en el mundo de fútbol en general. En LaLiga de fútbol profesional Quico es una persona muy valorada. En el Levante era todo, es así. Ahora mismo, puesto que Pepe Danvila tiene sus negocios y yo tengo los míos, no podemos estar en el día a día y necesitamos una persona como Pedro Sáiz para que se ocupe de esa gestión diaria.

Pablo Sánchez posa para AS en la grada del Ciutat de València. David González

¿Cómo valora la gestión de Quico Catalán?

Vamos a ver, yo creo que la historia o el tiempo pone a cada uno en su sitio. Gran parte de lo que es el Levante hoy es gracias a él, es indudable. Hemos estado muchos años en Primera, tenemos un estadio precioso, el Levante es un club respetado y querido. Vengo de Madrid y no sabes cómo la gente quiere al Levante fuera de Valencia. Es síntoma de que las cosas se han hecho muy bien. Sí que es verdad que esta última etapa, con el no ascenso y el descenso, parece que todo ha quedado un poco desacreditado, pero hay que poner en valor todo lo que se ha hecho.

En esa última etapa de Catalán, no sé si piensa que no se midieron bien los tiempos a la hora de subir el sueldo al presidente, en un momento delicado económicamente.

No sé si el tiempo fue el adecuado o no. Sí que es verdad que se le aumentó el salario al nivel de los directores generales que había en ese momento en Primera División, con unos ejercicios anteriores de beneficios de dos dígitos en el club. También, referenciado siempre a unos variables, con lo cual quiero decir que en los años posteriores incluso dando pérdidas ni mucho menos era un salario muy elevado.

¿Habla con Quico Catalán del Levante?

La verdad es que no estamos hablando mucho últimamente. No tenemos ahora mismo mucho contacto, hablamos esencialmente de fútbol durante los partidos. Eso sí. Quico es un gran levantinista, es un enamorado del Levante y el tema deportivo siempre nos va a mantener el contacto. El fútbol une. Lo comentamos, y creo que nos pasa a todos, que estamos muy ilusionados con la marcha del equipo.

LaLiga marca el Límite de Coste de Plantilla del Levante en 4,7 millones de euros. Es uno de los más bajos de la categoría. ¿Qué le dicen esos números?

Sí, pero es lo que hay, es el Límite que nos establece LaLiga y no se puede hacer mucho más. Pero al final yo estoy muy contento con la plantilla, yo creo que los levantinistas no echamos de menos a nadie. Ni del año pasado ni de otros años. Creo, por el ambiente que percibo, que la gente está muy contenta con el equipo.

Se ha hecho una gran plantilla con el presupuesto justo y con salidas importantes. ¿Piensa que en otras etapas se ha tenido demasiado respeto a vender futbolistas?

Mira, de los errores se aprende. Es una de las cosas que, por lo menos yo, tengo más claras. Es verdad que nunca puedes decir que de este agua no beberé, pero cuando hay una buena oportunidad tenemos que vender. También es verdad que hay ejemplos que te demuestran todo lo contrario, de jugadores que has aguantado y los has vendido por muchísimo más dinero después. Pero, ahora mismo, sí que hemos tenido algunos ejemplos que demuestran que cuando hay una buena oferta hay que vender.

En algunas situaciones el club se ha enrocado de más en algunas operaciones...

Claro, pero porque teníamos la experiencia contraria, que esperabas y los jugadores se revalorizaban para después venderlos por mucho más dinero. También es verdad que era una época en la que cuando vendías por mucho dinero, comprar también estaba caro. Vender a Lerma por 30 millones de euros, que era una barbaridad, pero ibas a comprar a otros jugadores, de un nivel X, que nos pedían también mucho dinero. El éxito de este año ha sido comprar muy buenos jugadores a coste cero. Si veis cómo ha sido el mercado de fichajes, salvo por Bouldini que hemos tenido que pagar unos 500.000 euros (era un fichaje de la temporada pasada), el resto han llegado a coste cero.

El trabajo de Felipe Miñambres ha supuesto un alivio para la situación económica. Vender por cerca de 20 millones en Segunda no es fácil.

Nos ha venido como anillo al dedo la venta de ciertos jugadores este verano (Pepelu, De Frutos, Pubill, Cárdenas o Saracchi) y ahí hay que reconocer el gran trabajo de Felipe.

Se viene de dos temporadas especialmente complicadas (descenso y no ascenso) y la gente sigue ahí.

Es que yo creo que el palo tan duro del año pasado nos unió mucho. Tengo cantidad de comentarios de gente que estuvo en ese fatídico día y vivió ese palo y me insistían que la temporada que viene seguirían con nosotros. Al final lo que sufrimos nos ha hecho más fuertes y esta temporada se siente esa comunión entre el público y el equipo. Hay una conexión muy buena y veo a la grada ilusionada. También al equipo. Ojalá podamos darles las alegrías que merecen. Es lo que queremos.

¿Cuál es la lección aprendida durante estos años viviendo el Levante desde dentro?

Tuvimos unos primeros años muy bonitos. Es verdad que luego vino la época de pandemia que fue un palo grande para todos. Recuerdo cosas muy bonitas, éramos un club reconocido fuera de Valencia; además, yo que viajo mucho, el Levante es un club muy querido. A nivel deportivo peleamos por una final de Copa del Rey con el Athletic, esas victorias frente al Real Madrid o la victoria por 5-4 al Barça, que no había perdido hasta entonces ningún partido de esa temporada. Han sido cosas muy bonitas, pero los dos últimos años han sido realmente malos. El descenso fue un año durísimo por cómo se dio la temporada y la temporada pasada, con el no ascenso, yo te diría que incluso peor por ese último momento. Nosotros queremos ayudar y aportar todo lo que tenemos dentro. Queremos al Levante y queremos darle la vuelta a la situación actual para volver a esos años anteriores en los que estábamos en Primera División peleando de tú a tú a los equipos grandes. Ese es el objetivo.

Una vez tomadas las riendas de la presidencia y, visto en perspectiva, usted que es un hombre de empresa, no sé qué le pareció el proceso de la Fundación.

Sí que es verdad que fue rápido, pero era urgente y había que tomar soluciones atrevidas. Había que tomar decisiones en muy poco tiempo, eso es así. Repito, hay que estarle agradecido a Danvila. Antes comentaba que el tiempo pone a cada uno en su sitio y creo que la gente se dará cuenta tarde o temprano de lo que significa esto.

El expresidente del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, reconocido levantinista, afirmó que, bajo su punto de vista, la única solución real para estabilizar el club es una venta. ¿Usted qué dice a eso?

Vamos a intentar. No queremos vender el club, por supuesto. El club pertenece a la Fundación y a los pequeños accionistas. La idea era no vender. Es muy fácil vender un club como el Levante, porque es un club muy atractivo. Somos un club con posibilidades de estar en Primera División, en una ciudad como València, con un historial de los últimos años brillante... habría sido fácil encontrar comprador, pero hay muchos en los que fijarnos para entender que no es lo mejor.

Ya hace años se desechó la opción de Robert Sarver y ahora también se intenta evitar esa venta.

Así es. Sin embargo, en esa época también se vendieron otros clubes. Hoy muy pocos están contentos. Yo creo que en su día fue un acierto no vender. De hecho, yo todavía no estaba en el Consejo del Levante, era socio del club nada más y le pregunté a Quico por qué se planteaban vender el club. Hay que intentar que el club sea de la gente del Levante y es lo que pretendemos ahora mismo.

Uno de los nombres del verano era el de Vicente Boluda, que estaba en los primeros esbozos del proyecto de Danvila. Su hermana, de momento, ya preside la Fundación. ¿Sigue teniendo las puertas abiertas?

Se están buscando soluciones a la situación actual del Levante. Cualquier empresario valenciano, levantinista y con ganas de ayudar al club es bienvenido siempre.

En ese sentido, ¿qué nos dice de Miguel Ángel Valiente y Carlos Ayats, las dos otras candidaturas presentadas?

A Valiente no lo conozco personalmente, a Carlos Ayats sí. La verdad es que no quiero entrar a valorar las propuestas, porque ya se ha hecho dentro de la Fundación, al final los miembros del Patronato optaron en mayoría por la propuesta de Danvila y yo creo, sinceramente, que era la más realista y la más adecuada para el Levante.

En algún momento ha hablado de que subir ahora no es una necesidad. La realidad es que, de no darse el ascenso, Danvila deberá seguir aumentando la inversión para garantizar la estabilidad del club.

Bueno, lo primero pasa por encontrar recursos porque no se puede vivir siempre de préstamos, está claro. Los préstamos hay que pagarlos y los vamos a pagar. Hay que buscar recursos, junto a una buen gestión deportiva, y evidentemente un ascenso a Primera División aliviaría muchísimo las cuentas del club, pero ya os he comentado antes que estamos trabajando en un plan de viabilidad en Primera o en Segunda División. Se puede hacer.

¿Creen que va a ser posible lograrlo de cara a la presente temporada?

Si no se da el ascenso la situación seguiría estando complicada, pero el club es perfectamente viable también en Segunda División como decía.

El perfil

Palentino de nacimiento, criado en Valladolid y valenciano de adopción, si me permite la expresión. Es un perfil curioso para presidir un club tan particular como el Levante.

Sí, así es. Soy palentino, me crié en Valladolid, estudié ahí, y conocí a una valenciana de Erasmus, ella estaba en Francia y yo en Bélgica. Al terminar la carrera me vine a Valencia a buscar trabajo. Estuve trabajando en banca durante unos años, en banca de empresas, y luego cogí el negocio familiar, de mi suegro, y hasta hoy. Casado y con tres hijos valencianos.

Además, pareja del centro del campo de Rubén Baraja (entrenador del Valencia) en sus años de juvenil.

Sí, sí, no es broma. Jugué en el Juvenil del Valladolid y coincidí un tiempo con Baraja, lo que pasa es que solo compartimos equipo un año porque él era muy bueno. Yo era solo bueno, él muy bueno y enseguida le promocionaron. Yo jugaba de mediocentro y él, de mediapunta. Además yo creo que vinimos a vivir aquí que el mismo año, él fichó por el Valencia y yo por Banesto (ríe).

¿Hasta dónde llegó su carrera en el fútbol?

Nada, estuve jugando poco. En el fútbol, como en la vida, llega un momento en el que tienes que decidir qué hacer. Justo después de los años de juveniles, cuando terminé con los Sub-19, empecé a estudiar Económicas y me dediqué a jugar por pasión. Llegué a Preferente e incluso jugué algún partido amistoso con el filial del Valladolid, que estaba en Segunda B en ese momento. Pero hasta ahí.

¿Le sirve esa experiencia para no entrar de nuevas en un vestuario?

Vamos a ver, yo he jugado al fútbol, no se me daba mal, pero no he sido profesional. Es verdad que me gusta mucho el fútbol, estoy pendiente de todo y, de mis tres hijos, a los dos varones les encanta. De hecho, me ayudé a pagar mis estudios jugando a fútbol en el equipo universitario. No he sido profesional, pero sé lo que es un vestuario. Entiendo de fútbol y creo que tengo criterio para dar mi opinión, por lo menos, luego evidentemente son los profesionales los que tienen que tomar decisiones.

¿Cómo le ha cambiado la vida ahora que es presidente?

Lo noto mucho en que estoy súper ocupado. Jamás pensé que iba a estar tan ocupado. No me sorprende la capacidad de trabajo, porque llevo toda la vida haciéndolo. Lo que me sorprende es la capacidad de estar conectado tantas horas al día, me llama la atención, porque no paro, de verdad.

A diferencia de otros trabajos, la ‘chaqueta’ de presidente del Levante no se la puede quitar una vez finalice su jornada.

Así es y hay que ser muy consciente de ello. Lo comentamos antes, ser presidente del Levante es una gran responsabilidad. Es una responsabilidad de 24 horas al día y representas muchas sensibilidades dentro de un colectivo como es nuestro club.

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