Pablo Ramón aprovecha su Erasmus
El defensa cedido por el Madrid al Mirandés es el mejor ‘duelista’ de Segunda y está exprimiendo su préstamo al máximo. Año clave, tras renovar su contrato con el club blanco antes de su cesión.
Mientras las lesiones estrechan las opciones defensivas de Ancelotti en el Madrid, en Segunda coge vuelo uno de los futbolistas que el equipo blanco tiene de Erasmus. Indiscutible para Alessio Lisci, Pablo Ramón (22 años) está aprovechando su préstamo en el Mirandés para demostrar sus hechuras. Esas que no hace tanto le habían perfilado como una de las promesas mejor valoradas de La Fábrica (clave en la única Youth League -2020- que adorna la vitrina madridista). Un potencial en el que aún se confía, de ahí que, a pesar de expirar su contrato el pasado de 30 junio, el Madrid quisiera, y así lo hizo, renovar al mallorquín antes de dejarle desplegar las alas en la categoría de plata.
Titular en las cinco últimas jornadas, Pablo es el mejor ‘duelista’ de Segunda. Y es que, según Driblab, nadie supera su 80% de acierto en duelos terrestres, mientras que es tercero en duelo aéreos (20/28: 71,4%). Si el baremo se sitúa solamente en duelos defensivos, ha salido triunfante en 30 de 34, un 88,2%. Sin dejar a un lado la buena salida de balón que siempre le ha acompañado: es el segundo jugador del Mirandés con más pases exitosos (249), también plata en pases progresivos (39) y verticales (113) y medalla de bronce en pases largos (22).
En los últimos partidos, las derrotas ante Amorebieta (2-0) y Leganés (1-3) no ha estado tan afortunado, especialmente en Lezama. Parte de un proceso de aprendizaje natural en la que, exceptuando sus dos partidos con el primer equipo del Mallorca (con 17 años, antes de firmar con el Madrid), es su primera temporada en el fútbol profesional. En ese contexto, su aportación está resultando indiscutible y mira con ganas al encuentro ante el Zaragoza en la Romareda. Buen escenario para alzar la voz y recuperar la dinámica ascendente con el equipo jabato.
Segunda División es un examen de enjundia y Pablo Ramón, de momento, está sacando buena nota. Su aclimatación exprés, clave. “Me falta coger un poco más de ritmo, pero mi adaptación ha sido rápida. La gente es espectacular. Su calor se nota y solo quiero dar las gracias a nuestra afición”, dijo poco después de aterrizar en Miranda de Ebro. Desde Madrid no se le quita ojo, pues el verano próximo tocará tomar decisiones. Ya sea para volver a vestir de blanco o buscar otra aventura lejos del Paseo de la Castellana. Por algo el club blanco se aseguró no perder el control sobre su futuro...