Pablo Larrea vuelve a sonreír
El mediocentro llevaba todo el 2023 sin participar por decisión técnica, pero en Vitoria tuvo minutos. “Todo lo que me toque jugar, para mí es oro”, admitió.
Hace un año, Pablo Larrea irrumpió en el once de un Tenerife que estaba lanzado, a la caza del ascenso directo, pero una inoportuna lesión le apartó de los terrenos de juego en el tramo decisivo. En verano se optó por un tratamiento conservador que funcionó y evitó el quirófano, pero no recuperó el protagonismo perdido. “Está siendo un año duro”, admitió el madrileño.
Es que en lo que va de campaña solo completó dos partidos y en este 2023 apenas había participado. En Oviedo jugó en la prolongación y en Vitoria intervino en 23 minutos, pero no pudo evitar la derrota (1-0). “Ya está todo olvidado, pero es verdad que mentalmente no terminaba de estar al cien por cien, pero estoy entrenando muy bien. Todo lo que me toque jugar, para mí es oro”, confió.
En su segunda temporada en el club, Larrea suma 37 partidos, 16 de ellos como titular. Llegó a enseñar un gran nivel junto a Aitor Sanz el curso pasado hasta que en Girona, a comienzos de marzo sufrió un esguince de grado 2 del ligamento colateral interno de la rodilla derecha y rotura del ligamento cruzado anterior también de la rodilla derecha. Por suerte, eso ya es historia.
Del presente, el medio habló de la importancia del duelo del sábado ante el Villarreal B. “Tanto por arriba como por abajo la gente suma y como te relajes… No queremos sustos”, admitió. “Nos debemos de tomar cada partido como una final y estamos en eso, estamos mentalizados”, comentó.
Le espera el sábado un equipo del que guarda muy bonitos recuerdos porque pasó por su cantera y ante un gran ambiente en el Heliodoro. “Estamos súper agradecidos por el apoyo que nos están mostrando. La última vez fue una fiesta y estamos muy contentos de haberles dado esa alegría”, expuso el centrocampista.