Noche negra del Zaragoza

Ni con dos goles de ventaja y un penalti es capaz de ganar un partido el Real Zaragoza. Ni tan siquiera de empatarlo. El equipo de Víctor Fernández tuvo el triunfo en su mano, pero en otra noche negra acabó cosechando una nueva derrota en La Romareda, otra más, frente a un Oviedo que, revolucionado por Ilyas Chaira, se vino arriba tras el descanso y firmó su victoria en el minuto 90. El equipo asturiano duerme en la tercera plaza, tras su tercer triunfo consecutivo, mientras el Zaragoza sigue encadenando decepciones y alejándose del ‘playoff’.

Después del extravío de Ipurúa, Víctor Fernández volvió sobre sus pasos, aparcó los tres centrales y ordenó a su equipo en un elástico 4-4-2, con hasta cinco novedades en la alineación. A saber: Vital, Tasende, Keidi Bare, Toni Moya y Liso entraron por Jair, Clemente, Calero -sancionado por acumulación de tarjetas-, Marc Aguado y Aketxe. Por su parte, Javi Calleja introdujo nada menos que ocho cambios en el once del Oviedo: Braat, Lucas, Rahim, Portillo, Del Moral, Sebas Moyano, Paraschiv y Alemao reemplazaron a Aarón. Costas, Pomares, Cazorla, Colombatto -también sancionado-, Fede Viñas, Hassan y Ilyas Chaira.

Partido sin concesiones, con los dos equipos intensos y atropellados a la vez, robando y perdiendo rápidamente el balón, hasta que pasado el primer cuarto de hora el Zaragoza fue capaz de encadenar tres disparos a puerta casi consecutivos antes de que Braat se ‘tragara’ un zurdazo a la media vuelta de Liso desde fuera del área. Una pifia mayúscula del guardameta francés, de las que nunca se esperan, que le despejó el camino al Zaragoza y obligó al Oviedo a descoserse y jugar a remolque. El once de Calleja dominaba la posesión, pero no el encuentro.

Gracias a su presión alta y sus rápidas transiciones, antes de la media hora ya pudo sentenciar el duelo el equipo aragonés, pero Braat se enmendó de su cantada y le negó el segundo tanto a Adu Ares en una ocasión inmejorable fabricada por Francho desde la derecha. Pero Ares, que se ha soltado ya el pelo en La Romareda, no tardó en tomarse la revancha y definió con enorme precisión desde el punto de penalti un servicio de Tasende desde la izquierda. Un gol notable que acabó por empequeñecer al Oviedo y desmelenar al Zaragoza, que perdonó el 3-0 en una acción en la que Liso, zurdo cerrado, no vio solo a Iván Azón a un metro de la portería.

Azón, con molestias en la cadera, pidió el cambio en el descanso y Víctor Fernández se vio obligado a dar entrada a Mari, el último de la rotación de los delanteros centro del Zaragoza, mientras Calleja se jugó el todo por el todo con un triple cambio y Costas, Cardero e Ilyas sustituyeron a Lucas, Del Moral y Paraschiv, los tres con tarjeta amarilla, lo mismo que Ares, que se pierde la próxima jornada por acumulación de amonestaciones.

El efecto del triple cambio visitante fue inmediato y el Oviedo volvió a meterse en el partido a los cinco minutos de la segunda parte con un cañonazo desde fuera del área de Ilyas Chaira que sorprendió a Femenías. El Zaragoza respondió sin dilación al 2-1 y un minuto después Braat, en noche de contrastes, arrolló de forma casi suicida a Luna dentro del área. Penalti clamoroso, como clamoroso fue el fallo desde los once metros de Keidi Bare, con un disparo flojísimo al centro de la portería, de donde no se movió Braat.

El error de Keidi Bare encogió el ánimo del Zaragoza y disparo el del Oviedo, muy mejorado con la entrada de Ilyas y que logró empatar en el minuto 64 con un cabezazo de su goleador Alemao. El partido se abrió entonces como un melón, pero el Oviedo impuso su mayor eficacia. Portillo, protagonista en la segunda parte con su cambio de posición, estrelló un disparo en el poste e Ilyas marró un remate a puerta vacía antes de que le pusiera firma al triunfo de su equipo en el minuto 92.

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