No hay mal que 50 años dure... Si tienes a Arana
“Las dinámicas están para romperse”, “estamos un paso más cerca de la victoria” o “esta va a ser la definitiva”. Sí, sí, lo que queráis, pero si no entra Arana, este partido el Racing no lo gana ni jugando 50 años más. Es tal la influencia en el ataque del canario para este equipo que en tan sólo 3 minutos ya hizo lo que parecía una quimera en los otros 60, un remate (casi inventado) y un gol.
Y es que hay lujos, que en mi modesta opinión, es mejor no tomar. Salvo casos de fuerza mayor, hay jugadores como el propio Arana, aunque también Ezkieta o Manu Hernando, por ejemplo, que no pueden permanecer un solo minuto fuera del campo. Ayer se volvió a demostrar. Puede haber debate en algunas posiciones, pero en la del 9 no.
Hace años era impensable que el Racing pudiera aspirar a un delantero así. Todos en Segunda División vieron la temporada pasada que era muy bueno, pero fueron Sebastián Ceria y Manolo Higuera los que pusieron 1,5 millones encima de la mesa. Ya no somos jnos pupas, alegrémonos.
Esa novatada...
Saúl García tiende a ser un blanco fácil al que apuntar. Considero que ha vuelto a hacer un buen inicio de temporada en las tres primeras jornadas de LaLiga Hypermotion, como ya le sucedió la temporada pasada, aunque tiene ‘desconexiones’ en defensa que no son habituales para un jugador de su experiencia.
Le pasó en Oviedo, en menor medida, con el despeje/asistencia a Alemao con 1-0 y le pasó ayer, en mucha mayor medida, con la expulsión. Decidme la verdad, ¿cuántos de vosotros gritásteis al televisor diciendo “no le agarres” cuando Luismi Cruz lo había superado y se iba a la línea de fondo? Pues eso. Pero bueno, que la amarilla la vio en el 40..., hubo tiempo para reaccionar.
Lago Junior es un pedazo de profesional
Pequeños gestos que marcan la diferencia. Lago Junior, el tipo con mejor currículum de todos los que están en el Racing, ayer demostró señorío, grandeza..., en definitiva, ser un profesional como la copa de un pino.
A Lago le tocó entrar de refresco al descanso y ser sustituido antes del final. "Es fútbol" dirán algunos, pero cuando todos hemos vistos las niñerías de algunos jugadores al ser cambiados, con desplantes a sus entrenadores, golpes al banquillo, patadas a las botellas y demás estupideces, lo de Lago Junior es para destacarlo.
No tiene que ser agradable para un tío con más de 50 partidos en Primera y casi 300 en Segunda acostumbrarse al rol que le ha tocado vivir en Santander, pero al ser cambiado, ni un reproche. Le dio la mano a todos, empezando por José Alberto y, al terminar, le regaló dos sudaderas a niños que había en la grada. Lo dicho, un profesional.
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