No fue tan mancha lo de Albacete
Estaba mosca Guillermo Fernández Romo tras la derrota, tanto por perder como, sobre todo, por los dos despejes de la Señorita Pepis (millenials y posteriores, consulten Google) y por las dos tarjetas rojas. Tiene razón el madrileño, por supuesto, aunque la primera amarilla de Tienza es un exceso de celo del árbitro, que es muy malo (pero menos que Vicandi Garrido, el várbitro, inenarrable jornada tras jornada, esta vez paró 4′ el partido para una jugada con fuera de juego marcado por las rayitas. Lo demás, sobraba) y la roja de Aldasoro podría haber sido naranja. En cualquier caso, visto como está el percal, los centrocampistas del Racing ya están obligados a medir mejor y es verdad que son francamente mejorables los dos despejes previos a los goles del Alba, grandes remates ambos, por cierto. Yo prefiero ver esta vez la botella medio llena. No creo que los santanderinos fueran peores que los manchegos y esta vez sí vi un cambio de guión en el descanso para intentar remontar, algo que venía reclamando. Pasó a 4-4-2 con Matheus entrando por Arturo y, sobre todo, hubo orden clara a los laterales para empezar a doblar por sistema a sus extremos. En el 46′ Unai Medina y Satrústegui ya estaban, simultáneamente, por delante de Mboula y Vicente. Y en el gol centra Unai Medina desde un pico del área y en el contrario estaba Eneko. Se acabó perdiendo, tal vez por la inferioridad numérica, pero por fin se vio un cambio de marcha.
¿Y si juegan juntos Gassama y Matheus?
El Racing tiene, por encima de otros, un problema gordísimo: mete muy pocos goles. Es más, tiene poca presencia en el área rival y da siempre la sensación de que difícilmente va a marcar. Es cierto, y valga como eximente, que Romo se ha tirado casi dos meses sin Sekou Gassama y uno sin Matheus Aias, pero ahora ya tiene a los dos a su disposición y creo que debe darle una vuelta a la posibilidad de que, ahora que encara tres partidos cruciales contra rivales de la cola de la tabla, Lugo, Ibiza y Mirandés, jueguen juntos. De inicio, me refiero. En los primeros minutos de la segunda mitad en el Carlos Belmonte, ya perdiendo, tuve la sensación de que eso podría funcionar. Aunque para el domingo puede recuperar a Jorge Pombo, y más allá de la sensación de calidad que destila el zaragozano, tampoco es que sus números, un gol (de remate de cabeza en un córner) y ninguna asistencia, sean para asegurarle una titularidad sin límites. A mí me gusta más el 4-2-3-1 que el 4-4-2..., pero todos los sistemas son buenos si los haces bien y está claro que sin Pablo Torre, 10 goles y 10 asistencias, este 4-2-3-1 no produce lo mismo ante la portería rival. Romo, en el Cornellá, ya ha utilizado muchas veces, aunque en un campo de 100x60 y de hierba artificial, el 4-4-2. A lo mejor puede darle una oportunidad en El Sardinero. Por probar, visto lo visto, no se pierde tanto.